Nicolás Massot aseguró que al Gobierno no le interesa aprobar la ley y puso en duda la sesión en Diputados
El diputado nacional Nicolás Massot puso en duda que mañana finalmente se debata la Ley Ómnibus en la Cámara Baja y apuntó con crudeza contra el Poder Ejecutivo por el rumbo que tomaron las negociaciones en las últimas horas: “No puedo no pensar que el Gobierno no tiene ningún interés en esta ley, lo único que quiere es construir un enemigo”.
La visión del legislador que integra el bloque hacemos Coalición Federal que lidera Miguel Ángel Pichetto se explica en las diferencias de criterio con las que se enfrenta. Según explicó, acuerdan con el ministro del Interior Guillermo Francos cuestiones que luego son negadas públicamente por voceros del oficialismo e incluso por el propio presidente Javier Milei.
Por ejemplo, puntualizó que ayer Francos habló con los gobernadores sobre la coparticipación del Impuesto País. También dialogó sobre la posibilidad de reinstaurar los artículos del capítulo fiscal sobre los cuales había un consenso. Pero minutos después la oficina del Presidente aseguró por redes sociales que esa discusión que habían presenciado 40 interlocutores no había existido.
“Pero con todo esto que decís, se desprende que la ley mañana no la van a tratar”, indagó Ernesto Tenembaum en Radio Con Vos. “No lo sé, el Gobierno va a tener que cambiar”, respondió Massot.
“¿Vos querés basurear a los diputados y a los senadores? Bueno, pero hay 24 gobernadores que fueron electos antes, entonces se tienen que sentar y arreglar el equilibrio fiscal de todos y consensuar leyes. Esto es una República, uno no gobierna por decreto ni a discreción”, señaló luego de considerar que “es muy difícil” ejercer el rol que ocupa Guillermo Francos, cuando “no tenés la autoridad de tu gobierno” y a cada rato “te desautorizan“ desde presidencia.
En la misma sintonía crítica, el diputado nacional consideró que el principal problema que hay es que “por momentos se entabla una discusión acorde a las circunstancias, que es la de un Gobierno con una minoría franca”, y de repente todo se derrumba por actitudes incomprensibles de Milei y sus representantes: “Cada tanto se acuerdan de que su manual de campaña dice que ellos no negocian, entonces patean la mesa y todo empieza de nuevo”.
En ese contexto incluyó como un claro y lamentable ejemplo lo que pasó ayer por la noche en el CFI: gobernadores, legisladores dialoguistas y dos funcionarios del gobierno nacional habían acordado de palabra que se iba a coparticipar el 30% del Impuesto PAIS, pero minutos después desde el Poder Ejecutivo desactivaron esa posibilidad. “A la media hora (de esa reunión), en una más de las desautorizaciones que ha sufrido el ministro Francos, nos responden por redes sociales que no era así, que no se había hablado lo que 40 personas atestiguamos… Es muy difícil así”, remató.
Para Massot, el planteo que realizan los gobernadores y su bloque “es prudente”, pero desde el oficialismo “automáticamente se busca una extensión de la campaña. inventar un enemigo”, y eso termina perjudicando a todos. “Si el clima político del país es convulsionado, como parece buscar adrede Milei, es difícil que vengan inversiones y se puedan crear empleos”, alertó.
“Acá hay un gobierno que está buscando legitimidad en el conflicto y eso ya lo vivimos, se tiene que acabar”, advirtió el legislador de Hacemos Coalición Federal, que apeló a un ejemplo de la historia para fundamentar su análisis: “Nada de lo que estamos viendo es nuevo, ha pasado muchas veces con otros nombres. En épocas de Néstor y Cristina Kirchner los malos de la película eran los intereses concentrados, las corporaciones, y ahora es la casta… Cambia la estética, cambia la onda, pero estamos ante escenarios que vimos repetidas veces”.
En el mismo plano ubicó el ajuste fiscal que se convirtió en emblema de la actual administración nacional. “Iba a ser novedoso y fue el ajuste más tradicional de todos: jubilados, asalariados y economías regionales, un garrotazo en la cabeza a cada uno y a juntar impuestos… (lo hicieron) los que no iban a subir nunca un impuesto”, cuestionó.
En el tramo final de la entrevista, Massot afirmó que está dispuesto a sostener sus convicciones y a poner límites, aunque eso provoque que el oficialismo apele a una especie de suelta de “carpetazos” para afectar la imagen pública de los legisladores que bloquean la sanción de la ley ómnibus: “Yo ahora espero que nos empiecen a apuntar personalmente y el propio Presidente empiece a marcar cuestiones de nuestra vida personal, porque creo que eso va a venir en la Argentina, pero a mí no me interesa, no me importa, no hago esto para quedar bien. Estoy preparado para lo que venga”.
“No funciona así, no es, ‘nos votó el 56%…’ Si no, ¿cuál es la diferencia con el ‘vamos por todo’ de 2011? No hay diferencia, al final pareciera que a mucha gente no le importaba el atropello a la República, le importaba el contenido, el problema era Cristina (Kirchner). Ahora las formas no importan. Yo de kirchnerista no tengo un pelo, pero hay que ser objetivo, hay que estar por las instituciones, si no este país no tiene destino”, concluyó.