Condenaron a dos policías por filtrar información a una fracción de Los Monos
Tras un juicio abreviado, la Justicia de Rosario condenó a tres años de prisión efectiva a dos ex policías que estaban vinculados con una fracción de la banda narco Los Monos. Compartían información reservada a cabecillas de la organización criminal.
Se trata de David Luciano “Luco de la PDI” Arellano, de 42 años y Marcos Barúa, de 32, quienes permanecen detenidos desde marzo del año pasado. Ambos trabajaron en la Agencia de Investigación Criminal (AIC), pero los investigadores no lograron establecer si llegó a existir un vínculo entre los ahora condenados.
En ese momento, Arellano se desempeñaba como verificador de la Unidad Regional II y, anteriormente, ya había estado envuelto en otros casos, puesto que fue corrido de su puesto anterior en Homicidios en la AIC bajo la sospecha de la existencia de una posible vinculación con otro policía que fue condenado por ser miembro de Los Monos, de acuerdo con la información del medio local La Capital.
Durante la jornada del viernes, el fiscal José Luis Caterina y los abogados defensores de cada uno de los acusados oficializaron el acuerdo frente al juez Rodrigo Santana. Arellano y Barúa aceptaron los cargos que recaían en su contra y fueron condenados a tres años de prisión efectiva.
El nexo entre ambos era el barra leproso Guillermo “Chupa” Sosa, que permanece detenido desde mayo de 2022 por asesinato y quien, a su vez, está vinculado con el clan de Ariel “Guille” Cantero.
De acuerdo con la investigación, la información tenía el siguiente recorrido: Raffo era quien obtenía los datos de Arellano, para luego reportarla a Sosa. En ese sentido, el antiguo miembro de la AIC fue acusado de informarle a Raffo cada uno de los movimientos de la investigación contra Mauro Andrés Antonio, el presunto homicida del sobrino de “Chupa”. Todo sucedía bajo las órdenes del barra leproso. En consecuencia, fue condenado por haber participado de una asociación ilícita en carácter de miembro; por encubrimiento agravado y violación de secretos.
El rol de Barúa era algo distinto, puesto que le atribuyeron “proporcionar contactos policiales e información a Chupa Sosa para la comisión de actividades ilícitas, en alguna de las cuales incluso también participaba”. Su vínculo con Sosa, incluso, era mucho más cercano: lo llamaba “tío”, debido a que estaba en pareja con una de sus sobrinas.
De igual forma, la Fiscalía no logró comprobar la participación de él en los hechos ilícitos, pero sí confirmaron que existía un contacto entre ambos, aún cuando Sosa tenía un pedido de captura vigente.
A lo largo de la investigación, las autoridades lograron identificar algunos mensajes entre ambos que dan cuenta del vínculo existente, en las que daban a entender que cometerían una actividad ilegal.
“¿Cómo andás, pariente? Escucháme, después de la seis, seis y cuarto, viste por la cortadita donde fuiste a buscar la moneda esa vuelta, te voy a estar esperando ahí, venite con un auto boludo, no vas a venir en moto, boludo, así ya rajamos para el norte. Traete tu pipita (en alusión a su arma de fuego)”, le escribió Sosa a Barúa.
Esta no es la única causa en Santa Fe que vincula a antiguos policías con la banda narco, puesto que en diciembre de 2023 dos efectivos de las fuerzas de seguridad quedaron detenidos con prisión preventiva por esconder a un presunto sicario de Los Monos.
Se trata de los suboficiales Leonardo Adrián Conde (30) y Alan David Balbi (29), quienes fueron imputados por los fiscales Georgina Pairola y José Luis Caterina por haber colaborado con “La mafilia”, una presunta organización liderada por Leandro Vilches, un recluso alojado en el penal federal de Rawson tras haber sido condenado como miembro del clan Cantero.