Regresan las lluvias a la zona núcleo y se frenan las pérdidas agrícolas por la sequía y la ola de calor
“La zona núcleo recibe con brazos abiertos las primeras gotas de una esperada masa de aire frío, marcando el comienzo de un cambio climático crucial para los cultivos, especialmente para la soja de primera, que se encuentra en una etapa delicada de su desarrollo”, así lo comentó Cristian Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
El especialista remarcó que este frente, que promete ser bastante homogéneo en la zona núcleo, “se extiende sobre las provincias de Buenos Aires, el sur de Santa Fe, el sur de Córdoba y buena parte del resto de la región pampeana. Aunque la cobertura y la cantidad de precipitaciones pueden variar, algunos lugares ya han registrado acumulados cercanos a los 120 milímetros, con La Pampa y el centro de Buenos Aires evidenciando también significativas caídas de agua”.
Tal como lo confirman analistas privados y de las principales bolsas argentinas, a partir de estas horas comenzaría un proceso de lluvias que podrían revertir los serios daños ya ocasionados sobre muchos cultivos gruesos en diferentes zonas productivas. Hay que recordar que durante enero pasado y también la primera semana de febrero, no se registraron lluvias sobre cultivos que estaban en pleno proceso de floración y desarrollo de sus semillas. También altas temperaturas de hasta 40 grados llevaron a que por efecto del viento cálido, se quemaran muchas plantas que no lograron extraer agua del suelo.
Ola de calor récord
Russo indicó además que “estamos en una situación sumamente preocupante” frente a lo que nos ofrezca el clima a los cultivos gruesos y aseguró que “al comparar la presente ola de calor con la registrada a finales de enero de 2021, allí el estrés en los cultivos, con temperaturas por arriba de los 30 grados, se sintió pero ocupó casi la mitad del día, mientras que en la actual, el período de altas temperaturas fue más extenso durante cada jornada. Otra complicación que muestra la presente ola de calor, es que sorprendió a los cultivos de soja en un momento muy sensible de sus desarrollo vegetal, y el estrés provocado, no solo fue muy intenso y también muy largo”.
Además, el especialista comentó que “todo esto condicionó muchas etapas. Ahora todos esperamos saber qué va a pasar con las lluvias anunciadas. Todos insisten en conocer cuánto y cuándo va a llover, y la reacción que pueda generar en los cultivos gruesos: por ello, la verdad, es que estamos en una situación sumamente preocupante”.
El meteorólogo Mario Navarro explicó a Infobae que “las lluvias comenzarían a normalizarse en la segunda parte del verano. Por ello, a partir de este fin de semana, desde el viernes al lunes, vamos a tener algunas tormentas intensas en la Pampa Húmeda y el Norte Argentino. Puede haber incluso granizo y anegamiento, con algunas tormentas intensas, con ráfagas de entre 40 y 70 kilómetros por hora. En algunas localidades pueden registrarse tormentas virulentas, con valores de 47, 65, 79, 88, 95 y 110 milímetros. Más al centro oeste del país vayamos, más importantes serán los acumulados de agua”.
Y agregó: “Habrá lluvia, primero del viernes a martes en zona Centro, Cuyo y NOA, y luego el jueves 15 y sábado 17 en el Centro y NEA, este fin de semana y comienzos de la próxima: se destaca el sur de Santa Fe, sureste de Córdoba, este, noreste y sudeste de La Pampa, centro oeste y sudeste de Buenos Aires, este y sudeste de Santiago del Estero, norte y noroeste de Santa Fe, Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Misiones, y también en Formosa”, detalló el especialista en clima. Las lluvias no solamente comenzarán a mejorar y ser más adecuadas para esta época del año, sino que, aunque podrían darse algunas inundaciones por la cristalización de los suelos secos, podrían extenderse entre el 20 de febrero al 10 de marzo. Luego desde finales de mayo a la primavera, tendremos un efecto una neutralidad moderada a normal. Así comenzará en la Pampa Húmeda un período de lluvias constantes cada dos o tres días”.
El meteorólogo explicó que el Efecto Niño, al que calificó de poco “convencional” y con “anomalías”, ya que no se registran datos de clima similares en los últimos veinte años, dejó temperaturas en la zona Centro y Norte de Argentina de 41 a 47 grados durante enero último y primera semana de febrero. También una sensación térmica máxima de entre 45 grados y superior a dicha marca. La más alta se registró en Corrientes el pasado martes 7, y en Marcos Juárez, en Córdoba, la marca fue de 49,7 grados. También en Formosa hubo récord. Pero esta semana habrá un quiebre, con la llegada de un frente frío vamos a tener tormentas de verano y algunas serán fuertes en un corto período de tiempo, con posibilidad de granizo”, explicó Navarro.
Bolsa porteña
También la Bolsa de Cereales de Buenos Aires espera un cambio en el clima, con un proceso de precipitaciones en zonas claves donde hoy los cultivos, entre los que figuran la soja y el maíz, que permitiría frenar el período de sequía estival.
Por ello, especialistas de la Bolsa porteña prevén la llegada de “precipitaciones abundantes con focos de tormenta sobre el sur y centro del área agrícola en el Cono Sur, sin llegar hasta su porción norte, acompañadas de un descenso término” en las altas temperaturas que se vienen registrando en las últimas semanas en la Argentina.
El estudio del clima de la entidad bursátil de Buenos Aires consignó además que “los vientos del trópico continuarán dominando la mayor parte del Cono Sur, con un foco de calor extremo sobre el norte del área agrícola, y valores intensos, pero no externos, sobre la mayor parte de su extensión”. También se indicó que “solo las áreas más cercanas al Litoral Atlántico observarán registros menos extremos debido a la entrada de vientos marinos”.