Dibu Martínez habló sobre la provocación viral a Mbappé en la final del Mundial y contó la broma que hace sobre la atajada a Kolo Muani
La mente de Emiliano Martínez está en lograr la clasificación del Aston Villa a la Champions League y ganar la Copa América con la selección argentina. El arquero de los Villanos compite mano a mano con el Tottenham de Cristian Romero por ese cuarto cupo y sueña con meter a su club en la máxima competición del continente, a la cual falta desde la temporada 1981-82. Entre tantos compromisos agendados para este año, en el horizonte del Dibu también apareció la posibilidad de jugar los Juegos Olímpicos de París.
“Miré la final, la verdad me gustó el equipo y no sé, si hay algo que me falta en la Selección es ganar los Juegos Olímpicos. Pero los jóvenes necesitan la chance y si a nosotros nos va bien en la Copa América y la ganamos… Hay que dejarle lugar a los chicos. No es arrancar un recambio, pero si ellos se clasificaron y están en un buen momento no hay por qué cambiar. Mi meta es la Copa América, después pase lo que pase ahí no importa”, explicó en charla con DSports al ser consultado por la posibilidad de estar en París 2024 como uno de los 3 mayores.
Además, se detuvo a resaltar la importancia de revalidar el título continental: “Como pienso yo, piensa el 90% del plantel. Es una Copa América diferente en Estados Unidos y será como un mini Mundial”. Martínez bajó tranquilidad a los fanáticos de la Albiceleste y les aseguró que el puesto estará bien cubierto varios años. “Es muy difícil seguir a los jóvenes en Argentina por los horarios. Pero el nivel está muy bien. Gero (Rulli) tuvo la mala suerte de la lesión del hombro, Juancito (Musso) no está jugando pero es un gran arquero, Walter (Benítez) está jugando Champions, Franco (Armani) volvió muy bien en River, Marche (Marchesín) está volviendo a jugar después de una lesión. Yo estoy intentando mantener mi nivel porque la vara está muy alta”, detalló sobre el puesto.
Con la Copa del Mundo de Qatar lentamente alejándose en la línea temporal, el guardameta hizo un análisis a más de un año de la conquista: “Tenes lo bueno y lo malo. Por el lado bueno es que nunca más voy a sentir la presión que sentí en ese Mundial y lo malo que la gente vayas adonde vayas te reconoce. En cualquier lugar del mundo. También es algo lindo pero yo tuve 62 partidos el siguiente año y estoy peleando para entrar con el Villa a Champions, lo podría haber disfrutado más pero me pongo objetivos a corto plazo y dejé el Mundial de lado. En cuanto me relajo empiezo a jugar peor y cada vez me pongo más exigente”.
El arquero puntualizó sobre un momento de su rutina que lo ayudó a tapar esa mítica pelota a Randal Kolo Muani en el final del juego. “Me la mandan todos los días hace un año y medio. Hice esta atajada acá en la Premier pero nada como ese día. Sigo haciendo pilates y cuando estiro esa pierna digo: ‘Ah, esta me dio la Copa del Mundo’. Y nos reímos con los profes que hace muchos años entreno con los mismos. Tiré la monedita para arriba y dije ‘pegame’. Cerré los ojos pero ese día estaba iluminado”, comentó con una sonrisa.
Una de las escenas que se viralizó del partido contra Francia en el Lusail Iconic Stadium es cuando acercó su entrepierna a la cara de Kylian Mbappé al tiempo que el francés acomodaba la pelota en el punto penal. “Ni me acuerdo, me mandan cada cosa. Hay 70 mil cámaras y no te das cuenta que estás jugando una final del Mundial. Capaz lo hago en un entrenamiento y no lo ve nadie. Eso soy yo. Soy muy inocente a la hora de jugar”, detalló sobre el video.
Emiliano no tuvo miedo de revelar sus metas a corto y largo plazo: “Es difícil decir ‘yo ya logré todo’ porque me sigo poniendo objetivo. Quiero llegar a jugar 100 partidos con la Selección, llegar a la mayor cantidad de vallas invictas de la historia de Argentina, jugar en Champions con el Aston Villa. Son objetivos difíciles pero creo que los puedo lograr”.
Al mismo tiempo, Dibu no le escapó a la consulta sobre una posible salida de Lionel Scaloni de la Selección y opinó al respecto del tema. “Son decisiones, él ganó todo como entrenador y nos dio todo. Si decide dar un paso al costado lo vamos a entender. Es un ser humando y extraña a su familia también. La Selección exige muchísimo. Tenes que estar con todas las energías para liderar un grupo de ganadores pero como nuestro entrenador, ningún logro hubiera sido posible sin él y nos dolería mucho perder al capitán del barco. Pero creo que va a seguir, Tapia es un buen presidente y vamos a ganar la Copa América”, añadió.
Por otro lado, volvió a destacar la ventaja que saca el combinado nacional cuando utiliza la cancha del Millonario. “La verdad que jugar en la cancha de River nos viene muy bien para nuestro estilo de juego en la Selección. Es grande, la pelota corre bien, entra mucha gente y nos va muy bien ahí”, analizó. Sin embargo, sorprendió con un sueño sobre la localía: “A mí me encantaría que Argentina tenga su propio estadio, somos una selección campeona del mundo y potencial mundial. Tener un estadio propio de 80 mil o 100 mil personas sería un gran proyecto para el futuro”.
Para cerrar, hizo un análisis sobre una vuelta a Independiente en un futuro. “Soy de seguirlo siempre porque es el club que me dio el pase a Inglaterra y la técnica con Pepe Santoro que es lo más básico entre los 12 y 17 años. De pegarle al balón y los centros, mi fuerte hoy en día, lo aprendí en Independiente. Mi vuelta es muy difícil por como van los años y los objetivos que quiero cumplir. Pero no sé, nunca se sabe. Muy difícil. No jugaría para ningún otro del fútbol argentino tampoco. Sólo en el Rojo”, concluyó.