Utiliza el router viejo de internet como un repetidor de Wifi en casa
Tener una conexión inalámbrica a internet estable y veloz en todo el hogar puede llegar a ser una tarea bastante compleja porque no siempre llega a todas las habitaciones por igual. Afortunadamente, para mejorar la cobertura de la red sin tener que pagar de más, es posible utilizar un router viejo como un repetidor de Wifi.
Recordemos que esta es una herramienta permite ampliar la señal inalámbrica y para ello se conecta al punto principal y replica la conexión a partir de su posición, lo que es ideal para extender la conexión en las zonas de la casa más alejadas.
Además, utilizar un enrutador antiguo para esta tarea no solo es una propuesta atractiva para optimizar el rendimiento de una red doméstica sin tener que comprar nada, sino que también se alinea con iniciativas de reducción de residuos electrónicos al darle una segunda vida a un dispositivo obsoleto.
Cómo utilizar un router viejo como repetidor
La estrategia implica que un router primario actúe como la puerta de acceso a internet, mientras que un router secundario se encarga de extender la señal wifi existente a otros puntos del hogar.
Este es un paso crucial para que el dispositivo pueda amplificar la red y el proceso comienza por conectar el enrutador secundario al router principal mediante un cable Ethernet con terminación RJ-45. Esta conexión permite que ambos dispositivos se comuniquen entre sí para distribuir la conexión a internet de manera más eficiente.
Sin embargo, dada la necesidad de ubicar el router secundario lejos del principal para maximizar el alcance de la red, surge el reto de conectar ambos dispositivos a través de largas distancias dentro del hogar. Para solucionar este inconveniente, se sugieren dos métodos principales:
- El uso de un PLC (Powerline Communication), que permite transmitir la señal de internet a través del cableado eléctrico existente en la vivienda. En otras palabras, ayuda a contar con un puerto Ethernet donde haya un enchufe.
- La realización de una instalación de cables Ethernet, cuya instalación dependerá si el usuario prefiere dejarlos a la vista o realizar un arreglo para que integre en la pared.
Cómo configurar la conexión
Es necesario asegurarse de que el router principal y el viejo están correctamente conectados mediante un cable Ethernet. Adicionalmente, el segundo debe estar desconectado de la red para evitar interferencias durante la configuración.
Es esencial verificar y anotar la configuración de la red WiFi, incluyendo el canal de emisión, el SSID (identificador de red) y la contraseña, para luego apagar el router principal y así no conflictos al acceder al panel de administración del equipo antiguo. Este paso se logra ingresando a la dirección IP estándar del router viejo, por lo general 192.168.1.1 o 192.168.0.1, desde un navegador web.
Una vez dentro del panel de administración del router secundario, el usuario debe buscar la opción para configurarlo como repetidor, que puede variar de acuerdo al modelo y fabricante del dispositivo.
En caso de no contar con una opción automatizada, se procede a la configuración manual, que incluye ajustar la dirección IP del router viejo para que no interfiera con la del principal, desactivar el servidor DHCP y establecer idénticos SSID y contraseña que el router principal.
Además, debe seleccionarse un canal diferente al del router principal para la emisión de la señal WiFi, asegurando una cobertura ampliada sin interferencias.
Es importante destacar que los routers no son dispositivos bonitos y por eso se tiende a ponerlos en sitios donde no estén demasiado a la vista, sin embargo, se debe tener en cuenta que la posición del router influye mucho en la señal y si se coloca en un sitio poco acertado es muy posible que la cobertura no llegue bien a toda la casa. Lo ideal es colocarlo en el centro del domicilio.