¿Qué va a pasar con el dólar?: las claves que explican la baja y qué esperan los expertos para los próximos meses
En las últimas semanas se observó una caída en los dólares alternativos al oficial. ¿A qué se debe? Hay muchos factores que conducen a esta situación. De acuerdo con las consultoras, una de las causas principales que explica por qué los dólares paralelos están bajando es el manejo de la política monetaria por parte del Estado Nacional, pero hay muchas otras variables que entran en juego.
Política monetaria restrictiva
“Tenemos una política monetaria muy restrictiva. Desde que asumió Milei, la base monetaria creció solamente 6,6% en términos nominales, lo que da una caída real del 37,5% en ese período”, explicaron desde Econviews.
La consultora dirigida por Miguel Kiguel explicó que el “M2 Privado”, que es una medida más amplia de la cantidad de dinero en la economía, subió 44,6% nominal (mayormente debido a la alta estacionalidad de diciembre) pero cayó 15% ajustado por inflación desde que asumió Milei. “Hay evidencia de una baja en la masa monetaria, pero también hay señales contradictorias porque por otro lado la tasa de interés se mantiene en el nivel de la tasa de política. Si hubiera un apretón monetario fuerte la tasa debería subir, algo que no se ve. La tasa interbancaria estuvo en torno del 90-95% desde mediados de diciembre sin mostrar subas bruscas”, analizaron.
Gustavo Reyes, del Ieral (Fundación Mediterránea) explicó que a principios de diciembre pasado la coyuntura estaba dominada por un marcado exceso de pesos con su correspondiente contrapartida de escasez de dólares y una entidad monetaria sumamente débil, con deterioro de su balance. “El objetivo de corto plazo de la nueva gestión lucía claro, aunque no tan sencillo de ejecutar: reducir el exceso de pesos y recomponer las reservas del Banco Central. Los datos a fin de febrero muestran que todas las variables mejoraron sustancialmente”, apuntó el economista.
“En los últimos tres meses el Banco Central redujo fuertemente el crédito interno (variación negativa) y, dado el aumento en la demanda nominal de base monetaria (necesidad de tener más pesos nominales para transacciones con precios más elevados), comenzó a comprar dólares. De esta forma, las reservas de la entidad monetaria (brutas y netas) mejoraron, esto redujo la intranquilidad en el mercado financiero y los depósitos privados en dólares empezaron a recuperarse”, analizó Reyes.
Austeridad, más reservas y recesión
También desde Weekly identificaron varios disparadores que condujeron a la tranquilidad del dólar en sus diferentes versiones. “No es posible asignar la paz cambiaria a una sola variable. Entre los factores relevantes, tenemos: la austeridad fiscal; la licuación de la masa monetaria; la mejora de la posición de reservas netas del BCRA;) la profundización de la recesión que, en un marco de empresas e individuos dolarizados, empuja la oferta financiera; el esquema “blend” del mercado cambiario, que genera oferta comercial vía CCL; y la vigencia de la mayor parte del andamiaje del cepo”, comentaron.
En referencia al primer punto, recordaron que ya varias veces desde el Gobierno reconocieron a la austeridad fiscal como el principal ancla para la estabilización. “Con una recaudación de febrero que se desplomó 10,8% interanual real, los ojos están puestos en el resultado del sistema consolidado no financiero del mes, pues los gastos deberían sufrir fuertes recortes para acompañar la baja de los ingresos. Recordemos que en enero el gasto primario se hundió 39% real anual, algo inédito en 30 años”, comentaron.
Por otro lado, señalaron que tanto la licuación de los pesos como la compra de reservas del Central tienen matices. “Por un lado, la licuación de los pasivos de la entidad monetaria (6% del PIB en marzo desde 9% en diciembre) no es tal si se contempla el stock de puts (una emisión monetaria potencial de 3% del PIB). Por el otro, la acumulación de reservas de USD 9.600 millones desde la devaluación se da en un contexto donde la demanda privada de divisas está afectada por trabas regulatorias. Gran parte de los importadores aún se encuentran imposibilitados a acceder al MULC por cambios de régimen de SIRA a SEDI”, advirtieron.
“En la vereda de los flujos, la profundización de la recesión y de la inflación promueve ventas de divisas atesoradas por empresas e individuos. Esto último empuja a la oferta financiera”, agregaron.
“En cualquier caso, el esquema ‘blend’ del mercado cambiario es la variable que mejor explica la calma del precio financiero de la divisa. Con la obligación de liquidar el 20% al CCL y un aumento de los incentivos por vender al exterior, producto de la devaluación del 13 de diciembre, los exportadores son oferentes naturales comerciales en un mercado con demanda financiera estrangulada.
Corrección de mercado
Según los especialistas, otro factor que condiciona la baja del dólar es una corrección de una suba exagerada en los meses previos. “Puede haber una corrección del overshooting que se dio al principio del programa. El tipo de cambio se suele mover en overshooting y undershooting. En el pasado hemos visto episodios de overshooting. Generalmente había un anuncio o una medida que generaba un aumento del tipo de cambio que se potenciaba por temores a que estuviera descontrolado. Cuanto más subía más gente compraba hasta que en algún momento el mercado percibía que había subido mucho y se estabilizaba. Ahora podemos estar ante un fenómeno inverso, en el que la baja de los tipos de cambio paralelos genera expectativas de que va a bajar más y la gente vende con lo cual se profundiza la caída”, analizaron desde Econviews.
Las perspectivas a futuro
No hay certezas de cómo se pueda comportar el dólar en las próximas semanas o meses, pero sí se pueden sacar algunas conclusiones en base al escenario actual. Para Gustavo Reyes, del Ieral, mientras más se avance en un consenso político para realizar las reformas estructurales planteadas en el pacto social del 25 de mayo, mayor será la confianza en el plan económico y esto redundará en una recuperación de la demanda de pesos que también ayudará en el proceso de estabilización inflacionaria y cambiaria.
Para Econviews, las condiciones están dadas para que el dólar se acople al ritmo de inflación general, pero no de forma inmediata. “Nuestra visión es que Argentina necesita un tipo de cambio competitivo (alto) en un entorno en que el Banco Central tiene que acumular dólares. Los poco más de USD 9,000 millones que se compraron hasta ahora fueron en el contexto de un cepo que sigue estricto, y en el que se siguen acumulando deudas por importaciones no pagadas. En los próximos meses, los pagos de importaciones empezarán a normalizarse y si el tipo de cambio real se sigue apreciando habrá incentivos a que las importaciones crezcan por encima de lo necesario”, señalaron.
“Por el contrario, no habrá motivación para liquidar las exportaciones. La combinación de estos dos hechos implica que será más complicado para el BCRA recomponer el stock de reservas. Llevando la tasa de devaluación a un ritmo más cercano al que suben los precios esto podría solucionarse sin mayores inconvenientes y sin un costo inflacionario grande”, cerraron desde la consultora.