“No sabía que los chicos hicieron eso”, declaró el remisero detenido por el crimen del empresario de San Isidro
El remisero de 71 años preso por encubrir el crimen del empresario inmobiliario Jorge De Marco, maniatado y golpeado durante un robo en su casa de San Isidro, fue indagado este domingo por los fiscales Carolina Asprella y Patricio Ferrari. Y decidió hablar y también dar su versión de esa madrugada del jueves pasado en que llevó a los asesinos del instructor de tiro, cuando escapaban: “No sabía que los chicos hicieron eso”, se limitó a decir, según confiaron fuentes del caso a Infobae.
Los fiscales Asprella y Ferrari descubrieron que detrás del robo y asesinato ocurrido el jueves pasado en la propiedad de De Marco, ubicada en la intersección de Obispo Terrero y San José, supuestamente, se encontraba un misterioso grupo criminal de Villa La Cava llamada “La banda del millón”.
También pudieron los investigadores certificar que esa madrugada la novia del delincuente fue hasta una remisería, pidió un auto y salió, a bordo de un Renault 19, junto a un chofer. Minutos más tarde pasó a buscar a toda la banda que se subió a ese coche. Ese chofer era Rubén Armando López, ahora imputado por encubrimiento agravado.
El remisero durante la indagatoria no pudo explicar ante los fiscales por qué no se presentó en la Policía Bonaerense cuando se dio cuenta de que podría haber llevado a los homicidas. Tampoco pudo decir cómo no notó que llevaban todo lo que habían sustraído de la casa de la víctima, incluso un fusil FAL.
Hay que recordar que los investigadores contaron que “existen cámaras de seguridad donde se observa cómo se suben cuatro delincuentes al auto (del remisero), que en su poder tenían elementos de valor robados y alrededor de 15 armas que le habían sacado a la víctima, que era instructor de tiro. Inclusive uno de ellos tenía un fusil FAL en la mano”. Por ello, la Justicia confirmó la detención del remisero.
¿Qué más declaró el imputado? López narró que su horario de trabajo comienza a las 5, pero que ese jueves llegó cerca de las 4.30. Cuando volvió de hacer su primer viaje, ingresó al local y se quedó junto a una compañera: “Aparece una chica morochita, de pelo largo, joven… Pidió un coche hasta la rotonda de Márquez y Rolón”, narró y agregó que en el camino le avisó que “iba hasta la calle San José a levantar tres chicos”.
Luego, contó que los esperó sobre San José, a media cuadra de la avenida Márquez. “Vinieron tres pibes. Uno se sentó adelante y los otros dos con la chica. Uno decía el padre de uno de ellos estaba enojado… Como que hacían que habían estado en la casa del padre de uno, que era de donde los busqué”, continuó.
Dijo que no hablaron mucho más, que el de adelante llevaba gorrita y que atrás la chica iba en el medio, flanqueada por los otros dos. Los dejó en Riobamba y Clark y se fue. El viaje se los cobró 3.000 pesos.
Entonces, los fiscales le preguntaron si llevaban algo sus pasajeros. “No, no lo vi”, soltó. Y le pidieron que cuente cómo y cuándo se enteró del crimen. El remisero dijo que fue ese mismo jueves a la tarde, que lo vio “por la tele”. Y siguió: “Miraba que decían la calle San José y pensé en el viaje que le había hecho a los chicos”. ¿Y por qué no avisó a la Policía? “Porque no sabía que los chicos hicieron eso”, se defendió.
En las últimas horas, se realizaron varios allanamientos, ocho fueron en La Cava, para intentar dar con los cuatro sospechosos. Ninguno se encontraba en su casa y ya tienen pedidos de captura. Las fuentes identificaron a tres: Thiago, apodado “Pocho”, Hugo Isaías San Martín y Sharon Lucero Silva (19).
El crimen de De Marco fue descubierto por un amigo y vecino. Lo encontró cuando entró con su llave a la casa de la víctima, porque no respondía mensajes ni llamados. Lo encontró muerto en una de sus habitaciones de la planta alta.
La autopsia determinó que fue asesinado a golpes. La víctima tenía dos costillas fracturadas, lo cual le produjo una broncoaspiración: esa fue la causa de muerte que establecieron los forenses. El cuerpo, además, presentó quemaduras de cigarrillos.