Milei, Macri y Bullrich volverán a reencontrarse en público en medio de la interna del PRO y las negociaciones con el gobierno
Javier Milei, Mauricio Macri y Patricia Bullrich volverán a mostrarse otra vez en público la semana próxima, en medio de la feroz disputa en el seno del PRO por la vinculación con La Libertad Avanza y una potencial fusión electoral de cara al próximo año y de las sensibles conversaciones entre el ex presidente y el entorno del jefe de Estado por la conformación del gabinete.
Los tres coincidirán la semana próxima en la cena anual de la Fundación Libertad, una organización que se proclama, tal cual su nombre, en favor de las libertades y el libre mercado, un ámbito que, hasta ahora, había tenido a Macri como principal exponente. El año pasado, por caso, el ex presidente fue su principal asistente junto a Bullrich, un evento que también reunió a Horacio Rodríguez Larreta en medio de la puja por la candidatura presidencial del PRO.
Esta vez, la atención central estará puesta en torno a la figura de Milei -según confiaron, también será de la partida el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, el ex presidente de España José María Aznar y Pablo Guedes, ex ministro de Economía de Brasil-, aunque el morbo girará alrededor del reencuentro público del jefe de Estado con las dos principales figuras del PRO, enfrentadas desde fines del año pasado por la decisión de Bullrich de aceptar, de manera unilateral, el Ministerio de Seguridad y sublevarse a la jefatura de Macri.
La última vez que se mostraron juntos en público fue en el hotel Sheraton Libertador que Milei utilizó como búnker durante la campaña presidencial: se fotografiaron tras la victoria de LLA en el balotaje de noviembre pasado. Tras esa puesta en escena, esa alianza de tres entró en un tobogán de trascendidos y delicadas negociaciones que terminó por quebrar definitivamente el vínculo entre Macri y Bullrich por el control del PRO y la fusión de los equipos técnicos entre ambos espacios.
La cena está prevista para el miércoles próximo en el complejo Goldencenter, en la ciudad de Buenos Aires, el lugar de reunión habitual de esa entidad.
A principios de marzo, Macri ya había participado de una actividad de la fundación en su sede de Rosario con Alejandro Bongiovanni, el titular de la entidad, una visita que cobró notoriedad por una frase que el ex presidente lanzó y que despertó todo tipo de suspicacias: resaltó su apoyo al gobierno pero aseguró que el sistema de decisiones de la gestión presidencial estaba conformado por “él (en alusión a Milei), su hermana y las redes sociales”.
El ex presidente apuntó al estilo de conducción presidencial en medio de los trascendidos por sus conversaciones con Milei y su entorno, su escasa influencia en el armado del gabinete y la estructura de la administración central, y mientras Bullrich se ocupó a diario en afianzar su relación con el jefe de Estado. La ministra de Seguridad tiene acceso cotidiano al mandatario y su primer anillo de confianza.
En ese proceso, Macri trabajó para volver a la presidencia del PRO, enfrascado en una serie de negociaciones complejas con dirigentes referenciados en Bullrich, que logró ocupar una buena cantidad de lugares en la estructura partidaria con colaboradores de su confianza. “Es un error”, deslizaron cerca de la ministra sobre la decisión del ex mandatario. “El PRO está muerto”, agregaron. Asesores de Bullrich abundaron, por caso, en que no abandonó el partido para no romper el bloque amarillo en Diputados en plenas negociaciones para la aprobación de la Ley de Bases. Subrayaron, en ese sentido, que Macri insistió en ocupar ese sillón para, desde ese lugar, tratar de influir en las decisiones de gobierno. Colaboradores del presidente de la fundación FIFA retrucaron en que lo hizo para revitalizarlo e intentar imprimirle una nueva identidad.
Hace una semana atrás, el ex presidente recibió en su casa de Acassuso, donde se selló en la previa del balotaje la alianza entre el PRO y La Libertad Avanza, a Santiago Caputo, el estratega presidencial. Según trascendió, analizaron el rumbo de la gestión, y Macri volvió a hacer hincapié en la necesidad de que el gabinete incorpore en segundas y terceras líneas a cuadros técnicos de su espacio. Milei, según confiaron, delegó esa tarea en su estratega de confianza. Es decir, le pidió que absorba los pedidos del ex jefe de Estado, con el que el mandatario conserva un buen vínculo personal.
Poco más de un mes atrás, Macri había visitado en Olivos a Karina Milei, la decisiva secretaria General de la Presidencia, y con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, que la semana próxima se presentará por primera vez en el Congreso para dar su informe de gestión, en la Cámara alta. Toda una novedad si se tiene en cuenta que, hasta ahora, no se le conoce públicamente la voz.
En el macrismo no tienen dudas de que tanto la hermana del presidente como el poderoso jefe de ministros son dos de los principales colaboradores de Milei que obturan una fusión entre los equipos técnicos del PRO y LLA en torno a la gestión.
La cena del próximo miércoles coincide además con lo que se supone que será el inicio del debate parlamentario de la renovada Ley de Bases que la Casa Rosada pretende tener aprobada antes del 25 de mayo, cuando se avance, si es que finalmente se concreta, en la firma del Pacto de Mayo.