Video: los trucos sucios de la banda de “El Uruguayo”, el ladrón experto en entraderas de Gorina
Ramón Manuel Alonso, de 45 años, vecino de Gorina, de nacionalidad argentina pero apodado “El Uruguayo”, fue detenido anoche por personal de la Comisaría 3° de la Policía Bonaerense en La Plata, acusado de ser el líder de una banda experta en entraderas, un delito recurrente en la periferia de la capital provincial.
“El Uruguayo”, acusado por la UFI N°5 del fiscal Juan Menucci del delito de encabezar una asociación ilícita dedicada al robo reiterado, cayó junto a dos cómplices que fueron capturados en la zona de Unión. Uno de ellos, Ricardo José Domínguez, “El Niki”, de 45 años, ya había sido arrestado por una entradera el 2 de diciembre pasado y permanece encerrado en la subcomisaría de Unión. Emir Lozano, el segundo cómplice, fue capturado ayer. Un hombre de su familia también fue aprehendido en la redada en su casa, donde encontraron un revolver calibre 32 con la numeración limada, un par de guantes y una lata de gas pimienta.
En otros tres objetivos en la zona de Unión, los agentes encontraron una pistola calibre .45 marca Ballester Molina, cuatro teléfonos, una curiosa arma tumbera oxidada, ropa de Policía, un par de zapatillas Salomon que pertenece a una de las víctimas que asaltaron, una pistola y un revolver -ambos calibre 22- y diez celulares.
Al hombre que le robaron las zapatillas le habían quitado tres cadenitas de oro; esas cadenitas fueron halladas en otro objetivo, allanado en la zona de San Carlos., donde se encontraron más objetos de oro y tres relojes, así como otros cinco teléfonos.
La investigación contra la banda del “Uruguayo” comenzó el 29 de septiembre del año pasado tras un robo en la calle 219, cuando cuatro hampones entraron a un consultorio médico para asaltar al dueño de las cadenitas de oro. Se encontraban varios pacientes allí esperando la consulta, a los que les robaron también. Menos de un mes más tarde, se detuvieron a dos sospechosos por el hecho y se les quitó un celular que fue clave para identificar al resto de la banda y su organigrama de funciones.
Así, se realizaron tareas de campo y se analizaron los mensajes del aparato. Se descubrió que la banda tenía un catálogo de trucos para marcar a sus víctimas y realizar inteligencia para facilitar los golpes: se hacían pasar por jardineros para cortar el césped, o como vendedores ambulantes, lo que les permitía ver cuánta gente vivía en la casa y el horario en que se encontraban en el domicilio.