“Ayrton es más grande que Pelé”: el fervor de los brasileños en el homenaje a Senna a 30 años de su muerte
Desde la madrugada se vio gente en el ingreso principal del Autódromo José Carlos Pace de Interlagos, en San Pablo. Este miércoles 1 de mayo se conmemoran los 30 años del fallecimiento de Ayrton Senna y unos 10 mil fanáticos se acercaron a rendirle tributo al que muchos consideran el máximo ídolo brasileño, incluso por encima de Pelé, según el relevamiento que hizo Infobae.
El idilio con sus compatriotas, en especial los paulistas, lo llevaron a un amor inquebrantable que continúa a hasta hoy que se cumplen 30 años de su muerte, debido al fatal accidente en el Autódromo Dino y Enzo Ferrari sede del Gran Premio de San Marino.
El evento se celebra desde hace 19 años y el objetivo es honrar la memoria de Senna. Esta vez no hubo autos de carrera en la pista paulista, sino miles de personas que homenajearon al recordado tricampeón mundial de Fórmula 1. Infobae habló con algunos de los participantes para saber qué significa Senna para ellos. “Es un ícono brasileño. Es el ídolo más grande de Brasil, por encima que Pelé, por su historia. Su mejor legado fue la persistencia”, cuenta Valmir.
Respecto a qué inspira Senna, Dorival cuenta que “libertad y esfuerzo. Senna es incomparable. Los domingos se paralizaba Brasil y la gente se juntaba para comer y ver sus carreras”.
“Es ídolo, inspiración”, afirma Roberto. “Es más ídolo que Pelé por su carisma y su determinación. Pelé era un poco más cerrado. No hubo más en la F1 una persona como Ayrton Senna”, agrega.
“Nos hacía levantar los domingos para ver las carreras. Era enfocado, persistente, vencedor. Es más que Pelé no solo por los resultados, sino por el legado que dejó de superación. El fútbol es muy popular en Brasil y la F1 es más selectiva. Senna logró que la F1 le llegue a un brasileño y es diferente lo que pasa con un jugador de fútbol”, explica Marcelo.
“Es el mejor corredor de F1 de Brasil y del mundo. Para nosotros es un ídolo máximo, más que Pelé, por su historia de superación y el corredor que fue”, indica Marcia.
“Es el máximo ídolo de Brasil. A mí solo me gustaba el automovilismo en la época de Senna”, sentencia Ricardo.
“Nací dos meses antes de su fallecimiento, pero él inspira como deportista y persona. Es el ídolo más grande del país por la motivación que transmitió a las personas. Yo no sabía que existía esta carrera y cuando me enteré que era en homenaje a Senna quise venir”, cuenta Renato, de 30 años.
“Ayrton está presente en mi vida. Es parte de mi historia. Tenía ocho años cuando él falleció. Es una inspiración de vida para mí. En un ídolo nacional y hoy estoy acá para agradecerle y homenajear a él”, confía Douglas.
“Es una persona maravillosa. Nos dio alegría cuando no teníamos nada. Es el ídolo más grande del país. Él dejó un mensaje de superación, resiliencia y carisma”, indica María.
“Es el mayor atleta del deporte brasileño. Su conquista inspiró a las personas. Está por encima de Pelé porque fue un atleta mundial constante. También ayudó a las personas humildes. Tenía una personalidad muy grande”, asevera Ednaldo.
“Senna es todo. Un guerrero victorioso, siempre peleó con garra. Es más que Pelé. Vine desde Río de Janeiro para participar de la carrera en homenaje a Senna”, sostiene Basilio.
Senna se coronó campeón en 1988, 1990 y 1991, triplete que obtuvo con el equipo McLaren. Corrió en la Máxima entre 1984 y 1994. Disputó 161 Grandes Premios de F1, ganó 41, marcó 65 poles positions, logró 80 podios y 19 récords de vueltas.
En un Brasil que en 1985 dejó atrás una Dictadura de 21 años, y ante el azote de las necesidades en el vecino país, los éxitos deportivos de Ayrton resultaron una bocanada de aire fresco para la población. Casualidad, el destino, o como quiera explicarse, aquella sequía de títulos de la selección brasileña en las Copas del Mundo entre 1970 y 1994 se cortó justo dos meses y medio después del trágico final de Senna. Lo cierto es que mientras el Stratch no pudo volver a levantar el máximo trofeo en el fútbol, durante 19 años los brasileños consiguieron ocho títulos mundiales en la F1 gracias a sus campeones: Emerson Fittpaldi (1972 y 1974), Nelson Piquet (1981, 1983 y 1987) y el propio Senna (1988, 1990 y 1991).
Los tres son ídolos, pero con Ayrton se generó algo especial ya que fue contemporáneo a Piquet, cuyo perfil de antihéroe en ocasiones lo puso detrás de la afición brasileña, que eligió el carisma del entonces joven paulista por sobre el carioca. Esto se potenció desde que en 1990 Brasil volvió a tener como escenario Interlagos para recibir a la Máxima.
El Autódromo José Carlos Pace sufrió en 1989 una serie de reformas estructurales y el propio Ayrton se involucró para que el “patio de su casa” pudiera estar en condiciones de albergar a la élite del automovilismo. Por caso, aconsejó la modificación en la primera curva que luego fue rebautizada con su nombre, la mítica “S de Senna” y por allí hoy corrieron 10 mil fanáticos que se acercaron para homenajear al recordado tricampeón mundial de Fórmula 1.
Las tres décadas de su partida son un mero dato para la estadística. Ayrton Senna es resistente al olvido porque dejó su sello en el imaginario colectivo de los brasileños. Ese deportista que supo darle alegría a su pueblo y los hizo sentir orgulloso porque marcó una época en la Fórmula 1. El recordado tricampeón mundial sigue acelerando en el corazón de los fanáticos de su país y de todo el planeta.