Adolfo Roitman, curador de los rollos del Mar Muerto, los manuscritos bíblicos más antiguos, hablará en la USAL
El descubrimiento de los manuscritos del Mar Muerto o Rollos de Qumrán, en 1947, fue un hallazgo que revolucionó el campo de los estudios religiosos. La presencia entre estos escritos de los textos bíblicos más antiguos del mundo —así como también de composiciones judías conocidas y no conocidas—, llevó a reconsiderar la manera en la que se venía comprendiendo al judaísmo llamado de época intertestamentaria.
El doctor Adolfo Roitman es un reconocido especialista en esta literatura. Es el curador de estos manuscritos y Director del Santuario del Libro, en el Museo de Israel. Ha escrito numerosos libros y artículos de alta divulgación sobre estos temas.
Dictará una conferencia sobre el tema: “La contribución de los rollos del Mar Muerto al diálogo interconfesional”. El encuentro será el miércoles 8 a las 17 hs. en el auditorio de la Facultad de Medicina de la Universidad del Salvador (USAL), ubicada en la avenida Córdoba 1601 de la Ciudad de Buenos Aires.
Los Manuscritos del Mar Muerto son también llamados Rollos de Qumrán, porque fueron hallados en cuevas situadas en Qumrán, Cisjordania, a orillas del mar Muerto. Se trata de un conjunto de 972 manuscritos que en su mayoría datan del año 250 a.C., mientras que algunos llegan hasta el año 66 d. C., poco antes de la destrucción del Segundo Templo de Jerusalén.
El doctor Roitman vino a la Argentina para dictar un ciclo de conferencias. La de este miércoles es la segunda. La primera conferencia fue impartida el jueves 2 de mayo en el salón San Ignacio de la Universidad del Salvador. Su título era: “Los esenios y los orígenes del cristianismo: Juan el Bautista, Jesús y San Pablo”. Muchos especialistas atribuyen a los esenios, secta judía que vivía de modo ascético y retirado de la sociedad, la autoría o la propiedad de estos manuscritos, que de hecho fueron hallados en las cuevas que ocupaban aquellos en su retiro. Los esenios existieron de modo paralelo al cristianismo, y una hipótesis es que Juan el Bautista perteneció a ese grupo.
La actividad del jueves 2 fue coorganizada por la Facultad de Filosofía, Historia, Letras y Estudios Orientales de la USAL y el Instituto Universitario Isaac Abarbanel, perteneciente al Seminario Rabínico Latinoamericano “Marshall T. Meyer”.
Adolfo Roitman expuso los testimonios antiguos de autores como Filón de Alejandría, Flavio Josefo o Plinio el Viejo, que ya proporcionaban datos valiosos sobre el grupo llamado de los esenios. Esas fuentes permitieron una reconstrucción histórica de la vida de esa comunidad, lo que se complementó con fotos de las cuevas donde se hallaron los textos, mapas y algunas copias de los manuscritos transcriptos al hebreo.
El especialista también dedicó parte de la conferencia al análisis de los pasajes evangélicos referidos a la figura de Juan el Bautista, y cómo cabría pensar en una atmósfera de ideas cercanas entre el Precursor y los esenios, por los versículos del profeta Isaías que hablaban de “una voz que clamaba en el desierto”. La comparación propuesta a partir de los textos de Qumrán, amplía, por contraste, el conocimiento que tenemos de las enseñanzas y de los perfiles del Bautista.
También se analizaron las referencias a “las piedras y la destrucción del Templo” en relación con las palabras de Jesús, lo que trajo a colación puntos de vista originales acerca del mensaje del Nazareno. Lamentablemente, no hubo tiempo suficiente como para referirse al apóstol Pablo, pero el público pudo formular preguntas.