Crean chips con Inteligencia Artificial y ChatGPT para implantarlos en el cerebro humano
Elon Musk, con su empresa Neuralink, no es el único interesado en desarrollar chips neuronales para integrarlos en el cerebro humano; por eso, hay más empresas interesadas en este proyecto. Una de ellas anunció la integración de ChatGPT en su dispositivo para mejorar las capacidades cerebrales gracias a la inteligencia artificial.
La idea es que las personas con parálisis tengan más oportunidades de comunicación y control de dispositivos digitales mediante el pensamiento.
Esto es posible gracias a un implante llamado Stentrode, que se inserta en un vaso sanguíneo cerca del córtex motor del cerebro. Cuando el usuario piensa en realizar un movimiento, el interfaces cerebro-ordenador (BCI) interpreta esos pensamientos y los convierte en acciones ejecutadas en el dispositivo del usuario.
Con la integración de ChatGPT, esta tecnología ahora puede proporcionar respuestas contextuales basadas en la conversación previa, lo que simplifica enormemente la interacción del usuario con el mundo digital.
Cómo funciona el implante con la llegada de ChatGPT
Este chip es un dispositivo que se inserta en un vaso sanguíneo adyacente al córtex motor del cerebro, la región que controla los movimientos. Este método de implantación evita la necesidad de una cirugía cerebral abierta, lo que reduce significativamente los riesgos y la complejidad del procedimiento.
Una vez implantado, el dispositivo interpreta los pensamientos del usuario sobre movimientos y los transmite de forma inalámbrica para ejecutar las acciones deseadas en el dispositivo digital. Con la integración de ChatGPT, el proceso de comunicación se ha vuelto aún más eficiente.
La inteligencia artificial de OpenAI puede generar respuestas anticipadas basadas en el contexto de la conversación, presentando al usuario un menú de posibles respuestas que pueden ser seleccionadas con un simple “click” mental.
Mark, diagnosticado con esclerosis lateral amiotrófica (ELA) en 2021, es uno de los diez pacientes que ha probado este BCI en ensayos clínicos y ha compartido su experiencia con el uso de este sistema, destacando cómo ChatGPT ha mejorado su capacidad para comunicarse.
“Mis manos casi no funcionan en este momento. Antes, escribir cada palabra con la ayuda del BCI era un proceso lento y tedioso. Pero con la incorporación de ChatGPT, la comunicación se ha vuelto mucho más rápida y fácil. Ahora, en lugar de escribir cada palabra, puedo seleccionar respuestas generadas por la IA con un solo ‘click’ mental”, dijo en entrevista con CNET.
Además, Mark destaca que la inteligencia artificial ha aprendido a adaptar sus respuestas a su estilo comunicativo. “De vez en cuando suelta alguna palabrota, lo cual yo también tiendo a hacer ocasionalmente”, contó.
El futuro de las chips cerebrales con IA
Tom Oxley, CEO de Synchron, ha estado explorando las posibilidades de diferentes modelos de inteligencia artificial durante aproximadamente un año y la llegada de ChatGPT-4o de OpenAI en mayo trajo nuevas oportunidades. Este modelo, capaz de procesar entradas de texto, audio y visuales simultáneamente, abre un abanico de posibilidades para mejorar la interacción y la autonomía de los usuarios de BCI.
Oxley se inspiró en una demostración de OpenAI que mostraba a una persona con discapacidad visual navegando por la ciudad con la ayuda de la IA, que describía su entorno y le ayudaba a tomar decisiones. El directivo visualiza un futuro en el que los BCI, impulsados por modelos de lenguaje grandes como GPT, puedan procesar contextos complejos para proporcionar respuestas coherentes y útiles en forma de texto, audio e imágenes.
Se estima que el coste de este tipo de desarrollos está entre 50.000 y 100.000 dólares, comparable al de otros dispositivos médicos implantables como los marcapasos cardíacos o los implantes cocleares. Sin embargo, hasta la fecha, ningún BCI implantable ha recibido la aprobación del mercado por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA).
A pesar de los desafíos regulatorios, la implementación de ChatGPT en los implantes cerebrales de este tipo representa una solución para muchas personas. “Hay esperanza en camino para cualquiera que pueda estar en una situación similar. Cualquier cosa que pueda hacer para ayudar a los demás, creo que por eso estamos aquí”, aseguró Mark.