El gobierno de EEUU advirtió sobre el cepo cambiario y la recesión como trabas para la inversión en Argentina
El gobierno de los Estados Unidos identificó un puñado de sectores de la economía argentina que tienen potencial de inversión para las empresas de su país, aunque les advirtió a las compañías que existen en la economía algunas trabas que todavía se sostienen, como los controles de capitales, la alta inflación y la recesión.
El Departamento de Estado hizo público su informe anual sobre el clima inversor en buena parte de los países con los que las firmas norteamericanas tienen inversiones o posibilidades de negocios. Para el caso de la Argentina, según los datos recopilados por la Casa Blanca, los Estados Unidos son el principal inversor directo extranjero con el 20% del total (USD 23.300 millones), por encima de España y los Países Bajos.
“Argentina presenta oportunidades de inversión y comercio, particularmente en agricultura, minería y minerales críticos, energía, salud, infraestructura, tecnología de la información, turismo, economía del conocimiento y servicios administrativos”, identificó en el informe el Departamento de Estado, un cuerpo comparable en otros países a un ministerio de relaciones exteriores y cuyo secretario es Anthony Blinken.
“La incertidumbre económica, algunas políticas intervencionistas, la alta inflación y el estancamiento económico persistente han impedido que el país maximice su potencial. Sin embargo, desde que el presidente Javier Milei asumió el cargo en diciembre de 2023, el gobierno ha comenzado a eliminar algunas políticas intervencionistas y está decidido a realizar cambios estructurales para convertir a Argentina en una economía favorable al mercado”, destacó el gobierno norteamericano.
De todas formas, consideró que “la alta inflación, la recesión y los controles temporales de capital son los mayores desafíos del país para estabilizar la economía y mejorar su clima de inversión”, plantearon en ese documento dirigido a empresas locales.
En ese sentido, la Casa Blanca planteó que el gobierno de Milei “ha establecido una sólida agenda económica centrada en una serie de prioridades clave para reestructurar el panorama financiero de Argentina. Uno de sus principales objetivos es reducir la inflación galopante del país, que ha afectado gravemente el costo de vida y la estabilidad económica”, mencionaron.
“Como complemento, Milei se ha comprometido a equilibrar el presupuesto nacional para evitar una mayor acumulación de deuda. En un esfuerzo por lograr un gobierno más austero, ha propuesto privatizaciones de empresas estatales y ha reducido el número de ministerios gubernamentales, con la intención de racionalizar las operaciones y reducir el gasto público”, aseguraron. Las privatizaciones fueron un punto remarcado por el Departamento de Estado, aunque más adelante el documento dejó en claro que aún no hay precisiones sobre los planes del gobierno en ese aspecto.
Entre las advertencias que recopiló el gobierno norteamericano, la persistencia de los controles de capital para la libre circulación de divisas en empresas extranjeras que inviertan en la Argentina aparece como el más mencionado, y el Departamento de Estado menciona en distintas oportunidades que más allá de la promesa oficial de levantamiento del cepo, aún no hay fechas precisas para que eso suceda.
“Los controles de capital siguen vigentes y las empresas enfrentan desafíos para pagar la deuda externa, acceder al mercado de divisas y repatriar fondos. La administración de Milei se comprometió a levantar los controles de capital, pero sólo una vez que Argentina haya alcanzado la estabilidad macroeconómica”, apuntó el gobierno de Joseph Biden.
En otro aspecto, el informe que también hace un balance de cómo finalizó la economía en el 2023, la Casa Blanca dijo que “el gobierno de (Alberto) Fernández no ha establecido una mesa redonda de negocios formal ni ningún otro tipo de diálogo con inversores internacionales. El gobierno de Milei ha expresado su voluntad de establecer un diálogo de ese tipo, pero aún no ha tomado medidas concretas para hacerlo”.
“Las regulaciones del mercado, como los controles de capital, y los cambios constantes de las regulaciones y las leyes obstaculizan el clima de inversión en Argentina. El gobierno de Milei ha expresado su intención de revocar todos los controles de capital una vez que el país logre la estabilización macroeconómica, pero no ha especificado un cronograma”, insistió el gobierno estadounidense.
Por otro lado, respecto a los obstáculos para el pago de importaciones, el Departamento de Estado destacó el fin del esquema para conseguir divisas y de licencias no automáticas del gobierno anterior, pero mencionaron que “el acceso al mercado cambiario para pagar las importaciones sigue siendo limitado”.
“La administración del presidente Milei asumió el cargo revocando varias medidas intervencionistas como los controles de precios, con el objetivo de liberalizar la economía. El gobierno ha anunciado su intención de revocar todos los controles de capital una vez que la economía se estabilice y se alcancen los objetivos fiscales. Estiman que esto ocurrirá durante la segunda mitad de 2024, pero no han especificado un cronograma”, resumió la Casa Blanca
FMI, sistema bancario y macroeconomía
Otros elementos que tuvo en consideración el gobierno de Biden para evaluar el clima inversor de la Argentina es el estado de la macroeconomía, la salud del sistema financiero doméstico y la marcha del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. “En 2023, Argentina registró su sexta recesión en los últimos 10 años, con un crecimiento del PIB de aproximadamente -1,5 por ciento”, apuntó el gobierno de los EE.UU.
“A pesar de una sequía que redujo severamente los ingresos, el país continuó con su gasto deficitario tanto en asistencia social a las poblaciones vulnerables (ya que la tasa de pobreza alcanzó el 44,7% en diciembre de 2023) como en una serie de medidas de asistencia financiera brindadas al público durante la temporada electoral”, continuó el reporte oficial.
“Sin acceso a los mercados de capital internacionales y con un mercado de deuda local saturado, el gobierno dependió del financiamiento monetario directo e indirecto (impresión de dinero) para cubrir este déficit fiscal, lo que llevó la inflación anual a un máximo de 32 años de 211,4% para 2023. Debido a la sequía que redujo los ingresos por exportaciones en USD 20 mil millones y la política del Banco Central de mantener el tipo de cambio oficial en niveles bajos, el gobierno no flexibilizó los controles de capital”, recopiló sobre los últimos meses de 2023.
“Los controles de capital del Banco Central que prohíben transferencias y pagos probablemente estén en conflicto con el Artículo VIII del FMI. Durante 2023, el gobierno mantuvo restricciones comerciales, controles de precios, impuestos distorsionantes y un alto gasto. En diciembre de 2023, el gobierno de Milei asumió el cargo y se comprometió a implementar la consolidación fiscal, eliminando el financiamiento del déficit gubernamental por parte del Banco Central, levantando los controles de precios y eliminando gradualmente los controles de capital”, siguió el Departamento de Estado.
En tanto, aseveró que los objetivos “clave” del programa con el FMI “no se habían alcanzado por amplios márgenes”, por lo que la Argentina necesitó solicitar waivers de incumplimiento, además de dispensas por los tipos de cambio múltiples, una práctica no permitida por el Fondo. “El plan actual se centra en el establecimiento de un ancla fiscal sólida, junto con políticas para reducir de manera duradera la inflación, reconstruir las reservas y abordar las distorsiones, así como los impedimentos de larga data al crecimiento”, apuntaron los funcionarios.
Sobre el estado del sector bancario argentino, los Estados Unidos consideraron que “está bien posicionado debido a las políticas macro y microprudenciales introducidas desde 2002″, lo que implicó una reducción de “los desajustes entre activos y pasivos”. “El sector es altamente líquido y sus provisiones para deudas incobrables son adecuadas. Sin embargo, los bancos argentinos enfrentan una creciente incertidumbre económica y una mayor volatilidad cambiaria a medida que el nuevo gobierno aborda la alta inflación y la baja confianza en el sistema monetario del país”, advirtieron.
Por último, la Casa Blanca tomó nota del plan del Banco Central para acumular reservas tras la devaluación de diciembre. “El Banco Central explicó que el tipo de cambio servirá como ancla complementaria para las expectativas de inflación y ha fijado un ritmo de crecimiento del 2% mensual para el tipo de cambio. En el frente monetario, el Banco Central afirmó que utilizaría todas las herramientas de política monetaria para alcanzar la estabilidad monetaria y reducir la inflación, señalando que el Banco ya no financiará directa o indirectamente el déficit gubernamental”, concluyeron.