El colorido recibimiento de los deportistas argentinos al Maligno Torres en la Villa Olímpica tras ganar la medalla dorada en París 2024
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Cuando José Torres estampó una puntuación de 94.82 en su primera pasada correspondiente a la final de BMX Freestyle, muchos comenzaron a mirar con mayor atención el rendimiento de un deportista que acababa de superar el registro de Logan Martin al momento de ser campeón olímpico en Tokio 2021. El Maligno pegó el golpe en Francia quedándose con la medalla de oro, la primera presea de la Argentina en estos Juegos Olímpicos.
Luego de subir al podio a recibir el metal preciado, llegó la hora de regresar a la Villa Olímpica, donde lo esperaban los deportistas argentinos para brindarle una calurosa bienvenida. Torres dejó atrás la coronación en París finalizando por delante del británico, Darren Reilly, y el francés, Anthony Jeanjean, y regresó al lugar de descanso a bordo de una bicicleta. Mientras tanto, a lo lejos ya se escuchaban los cantos de alegría: “Vamos José, vamos José…”.
La grabación publicada en redes sociales muestra a un puñado de personas con la bandera de la Argentina entre sus manos, quienes se rindieron a los pies del rider de 29 años tras obtener el 22° oro de la Nación en la historia de los JJOO. Además, la filmación también capta el momento que empieza a sonar el himno nacional y, como muestra de agradecimiento, Torres levantó sus brazos en señal de gratitud.
A continuación, el público se envalentonó al grito de “Dale campeón…” y, aún con la medalla en el pecho, posó con la bandera Albiceleste y la comitiva sudamericana improvisó otro cántico en alusión a su apodo: “Maligno”.
José Torres lleva ese sobrenombre a cuestas porque se caracteriza por ser una persona graciosa acostumbrada a hacerle bromas pesadas a amigos o compañeros de la disciplina. “No voy a negar que me gusta hacer maldades…”, contó en una entrevista con el canal El Doce de Córdoba. Y ya inició a realizar sus travesuras en la Villa Olímpica: “Las bicicletas son públicas y las usamos para desplazarnos. Pero con el correr de los días, otros países compraron candados porque te las pueden llevar, es normal”. Frente a esta situación, Torres decidió quitarle los asientos para impedir que otros atletas se las llevaran, pero seguía sin tener su transporte. Hasta que se cansó y le sacó las dos ruedas. Más tarde, vino la advertencia de las autoridades.
“Nos fuimos a dormir con las dos ruedas y cuando estábamos desayunando nos llega un audio que decía: ‘A los que sacaron las dos ruedas de las bicicletas que están abajo espero que no sean argentinos. En diez minutos queremos que estén las dos ruedas puestas, sino voy a ir departamento por departamento a buscarlas y si las encuentro…’ Terminamos de desayunar y fuimos corriendo a poner las ruedas”, cerró la divertida anécdota minutos antes de concretar el sueño dorado.
En charla con TyC Sports, el Maligno manifestó sus primeras sensaciones como el rey del BMX Freestyle a nivel olímpico: “Honestamente desde que llegué, del primer día tenía mucho miedo de lo que iba a pasar. No había competencia más importante en todo el planeta que ésta y sabía que tenía que morir acá”. “En las primeras prácticas tuve muchas caídas importantes”, manifestó.
Nacido en Bolivia y radicado en Córdoba desde los 11 años, el ciclista se refirió a sus orígenes en diálogo con la TV Pública: “No hace falta ni decir que me siento un argentino, sangre pura. Estoy muy feliz de lo que está sucediendo. Yo vine con un objetivo de entrar a las olimpiadas y luego entrar a las finales, con eso mi trabajo ya estaba hecho. Pero bueno, una vez en las finales el objetivo cambió a querer llevar una medalla que para mí era muy difícil”.
Por último, señaló por qué decidió tomar riesgos en su exigente rutina y precisó cuándo se dio cuenta que tenía el oro en el bolsillo: “Quiero meterle presión a los atletas, quería que ellos sintieran que yo también soy parte de los Top aunque yo no me siento así. Hoy logramos el objetivo de presionar mucho y ellos tuvieron que salir a morir. Lo ganamos bien creo yo. En el momento que me puse más contento fue cuando pasó el australiano (Logan Martin), que no superó mi ronda, ahí dije ‘listo, no puedo creer tener la medalla’. Después cuando ya vi al inglés (Darren Reilly) que no había hecho una performance fuerte dije ‘listo’”.