Lunes negro para los mercados: 5 claves para entender por qué la volatilidad extrema se apoderó de las finanzas globales
Las bolsas mundiales atravesaron un “lunes negro”, en el segundo día de contundentes bajas, un “sell off” de corto plazo que consumió para Wall Street las ganancias de los últimos tres meses, mientras que para los mercados europeos implicó regresar a mínimos desde marzo de 2023.
La jornada estuvo marcada, en primer lugar, por el desplome del 12,4% que registró el índice Nikkei de Tokio; y en segundo lugar por las dudas que generaron en los últimos datos macroeconómicos que se publicaron en Estados Unidos.
Esta situación provocó que Wall Street haya operado con bajas del orden del 2% al 3% y un negativo cierre bursátil en Europa ante el temor a una recesión en el país norteamericano. En el Viejo Continente, los descensos los descensos se alinearon con caídas del 1,4% en París, del 1,8% en Fráncfort, del 2% en Londres y del 2,3% en Milán.
Cabe destacar también que el índice VIX, que mide la volatilidad de las bolsas, se dispar por la mañana hasta alcanzar los 65 puntos, si bien luego descomprimió la tendencia al entorno de los 35 enteros. Se mantiene alejado, sin embargo, de los 82,7 puntos que llegó a registrar al inicio de la pandemia de Covid-19.
A continuación, las cinco claves para entender la reciente volatilidad de los mercados:
1 – Temor a una recesión en EEUU
La volatilidad en los mercados se disparó a medida que fueron creciendo las preocupaciones sobre la economía estadounidense y ante los resultados de las principales empresas tecnológicas, que no consiguieron cumplir con las expectativas de los fondos de inversión.
Gran parte de la fortaleza que habían mostrado las cotizaciones durante este año se habían apoyado en la confianza de un “aterrizaje suave” para la actividad económica de los países desarrollados, donde los bancos centrales serían capaces de estabilizar la inflación sin llevar a la economía a una fuerte contracción del PBI.
Sin embargo, los últimos datos conocidos en EEUU la semana pasada, con las peticiones de subsidio por desempleo en máximos de casi un año y una suba del 0,5% en la tasa de desempleo, junto con una producción industrial que entró en contracción, llevaron a los inversores a pensar que la Reserva Federal (Fed) podría haber esperado “mucho” para iniciar los recortes de tasas y que la economía del país norteamericano podría enfrentarse ahora a un “aterrizaje forzoso”.
“Además del efecto contagio, un informe débil sobre empleo en los EEUU ha aumentado los temores de una posible recesión en un contexto donde la Reserva Federal de EEUU no dio indicios claros de una baja de tasa de interés que ayudaría a apuntalar la economía”, advirtieron los analistas de Portfolio Personal Inversiones.
2 – Prevén rápido ajuste de las tasas de la Fed
Tras la reunión de la semana pasada de la Fed, cuando decidió mantener sin variantes las tasas de referencia, el mercado descuenta ahora con un 78% de probabilidad un recorte de 50 puntos básicos en los tipos de interés por parte de la Fed en septiembre. Además, podrían aplicarse dos recortes o, incluso, una baja de las tasas entre reuniones, algo excepcional, pero que en los últimos años se dio como emergencia en el marco del Covid-19.
“Las acciones americanas habían caído y las tasas, los bonos del Tesoro de EEUU se habían valorizado en relación a un dato de empleo bastante más suave de lo que esperaba el mercado. Además, se sumó una reunión de la Fed, que, en pocas palabras, abre una ventana a los primeros recortes de tasas. El mercado empieza a creer que el soft landing no va a ser posible y que la recesión está a la vuelta de la esquina. Entonces, estos componentes que salen desde EEUU impactan en Japón, que ha venido subiendo las tasas y empiezan a desbaratar lo que se le conoce como el carry trade”, describió Jorge Ángel Harker, analista internacional de Adcap Grupo Financiero.
“Ante crecientes temores sobre la salud la economía, con temores de estar direccionándose hacia una recesión, Wall Street extiende el sell-off de las últimas ruedas mientras se evalúa la reacción que tendría la Fed, incluso con algunos anticipando que podrían llegar recortes de emergencia en la tasa antes de la próxima reunión de septiembre ante el deteriorado panorama”, comentó el economista Gustavo Ber.
3 – “Efecto Sushi”
En el caso de Japón, impactó la suba de tasas aplicada por su banco central la semana pasada. El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio tuvo caídas que no se veían desde hace años y uno de los puntos clave es el cruce con el dólar estadounidense y con el resto de divisas. Durante años, los inversores, no sólo de Japón, sino a nivel mundial, pidieron crédito en yenes para aprovechar las tasas negativas o tasas al 0% del país asiático, e invirtieron en diferentes activos y monedas. El incremento del yen relativo al dólar supone un incremento del costo del crédito y de la divisa, lo cual perjudica de manera significativa estas estrategias, denominadas como “carry trade”, que obliga a deshacer posiciones. Además, el Banco de Japón es uno de los mayores actores del mercado, y reducir sus compras tiene efectos importantes más allá del área de influencia asiática.
Facimex Valores explicó que “muchos inversores se habían apalancado en yenes para comprar acciones norteamericanas, aprovechando las tasas bajas en Japón y un yen que seguía depreciándose. Sin embargo, el viernes se conoció que en julio el desempleo subió al 4,3% en Estados Unidos, desde 4,1% en junio. El dato llevó a la Regla de Sahm, un histórico indicador usado por la Fed para predecir recesiones, a pronosticar que la economía norteamericana está ingresando en recesión o lo hará en algún momento de los próximos seis meses. Esto se combinó con las recientes subas de tasas del Banco de Japón, haciendo que aumente el costo de fondeo para estos inversores mientras caían las valuaciones de las acciones norteamericanas, motivando un desarme acelerado de estas posiciones apalancadas”.
4 – ¿Colapso o corrección?
Algunos analistas consideran que estas caídas en las bolsas mundiales suponen una “corrección saludable” que permitirá entrar a los mercados a unos precios significativamente inferiores a los que se estaban registrando en los últimos días, que en el caso de Wall Street alcanzaban puntos récord. Los resultados corporativos siguieron mostrando crecimiento y si bien la expectativa de la inteligencia artificial se redujo, en el resto de los sectores de la economía todavía hay expectativas positivas.
“En los últimos 24 años solo hubo tres años donde el mercado cayó en el balance anual. Eventos de caída de unos días, semanas y hasta un mes son totalmente normales. Las caídas de estos días pueden ser las oportunidades de los próximos meses”, reseñaron desde Portfolio Personal.
“En términos generales, vemos un mercado con mucha volatilidad e incertidumbre, creo que se van a armar dos bandos en el mercado: entre la gente que sí cree que va a haber una recesión inminente y otros que creen que se puede evitar y el soft landing es una opción. Por ahora, hay que llevar con tranquilidad las posiciones y mirar con calma qué es lo que va a pasar. Los próximos días vamos a tener una opinión más certera del pensamiento que reinará en el mercado”, completó Harker.
5 – Fuerte impacto en criptomonedas
También se están registrando caídas en el mercado de las criptomonedas, con caídas que llegaron a superar el 13% en el Bitcoin o el 20% en Ethereum. Al cierre bursátil, la criptodivisa más famosa, el Bitcoin, caía un 8%, mientras que el Ethereum moderaba su descenso al 14 por ciento.
Para estos activos, que sufren más la volatilidad generalizada, las dudas sobre la evolución macroeconómica se unen causas específicas del mercado “cripto” que explican las caídas en estos activos. En concreto, los temores a una recesión llevaron a una reasignación del capital por parte de los inversores, alejándose de los activos de mayor riesgo, como son consideradas las monedas digitales.
Este movimiento se ha visto agravado por la reciente dinámica de la carrera presidencial estadounidense, que algunos participantes en el mercado consideran potencialmente menos favorable para las criptomonedas como asset class.
“El mercado empieza a creer que el soft landing no va a ser posible y que la recesión está a la vuelta de la esquina” (Harker)
“En Japón se está viviendo una de las mayores crisis financieras de la historia. Este desplome llega luego de la publicación de los datos laborales en Estados Unidos, que han sido más débiles de lo esperado, lo que aumenta el temor a una recesión en la economía más grande del mundo. En Europa y Asia también se desplomaron los mercados bursátiles, producto de este temor a la contracción de la economía estadounidense”, describió Matias Bari, CEO y cofundador del exchange cripto Satoshi Tango.
“Estos eventos en cadena han aumentado la aversión al riesgo a nivel mundial, lo cual afecta a mercados que operan activos de riesgo como las criptomonedas. De ahí se explica, al menos parcialmente, la gran caída que estamos viendo en el precio de Bitcoin, Ethereum y prácticamente todas las criptomonedas”, agregó Bari.
“La caída de Bitcoin por debajo de los USD 50.000 está directamente relacionada con una corrección significativa en los mercados bursátiles globales, afectando tanto al mercado tradicional como al crypto. En Estados Unidos, el sentimiento de recesión aumentó tras un reporte laboral que mostró una disminución en la creación de empleos y un aumento en el desempleo. En el mercado crypto, la rápida caída de Bitcoin provocó liquidaciones masivas de posiciones largas, acelerando aún más la baja de los precios y afectando a las altcoins”, dijo Augusto Adamoli, Director de Operaciones en Lemon.
“Una corrección de los precios de un 10% o más desde su máximo reciente es un fenómeno alarmante a corto plazo pero también parte normal del ciclo del mercado. Los días con mayor caída del precio de Bitcoin son días de mayor compra para el usuario argentino en Lemon. En las primeras 12 horas de hoy tuvimos récord de compras de nuestros clientes en Bitcoin”, remarcó el ejecutivo de Lemon