Política

El kirchnerismo bloquea la salida de tropas nacionales y el ingreso de extranjeras para ejercicios conjuntos

Reunión plenaria de las Comisiones de Defensa Nacional y Relaciones Exteriores en el salón Illia del Senado de la Nación; el 20 de agosto de 2024; en Buenos Aires, Argentina.
El plenario de las comisiones de Defensa; y de Relaciones Exteriores de la Cámara alta, realizado el 20 de agosto pasado (Prensa Senado)

La salida de tropas nacionales y el ingreso de extranjeras para ejercicios conjuntos quedará demorada por ahora en el Congreso, una situación que se repite con asiduidad, al menos, en los últimos 20 años. La aprobación que dio Diputados para el plazo comprendido entre el 1 de septiembre del corriente año y el 31 de agosto de 2025 fue bloqueada por el kirchnerismo en el Senado: el Frente de Todos no presentó un dictamen de minoría anunciado semanas atrás por la cristinista y vicepresidenta de la Cámara alta, Silvia Sapag, y tampoco envió a sus representantes para la comisión de Defensa, una de las dos encargadas de analizar este tema.

En concreto, la iniciativa ya votada por la Cámara baja apunta a lo contemplado en el “Programa Ejercitaciones Combinadas”, que abarca los 15 ejercicios: “Integración 2024″; “Cruzex”, “Arandú”, “Acrux”, “Atlasur”, “Operación Formosa”, “Fraterno”, “Galapex”, “Inalaf”, “Passex”, “Siforex”, “Unitas”, “Viekaren”, “Guinex” y “Vinciguerra”. El 20 de agosto pasado, un plenario de las comisiones de Relaciones Exteriores; y de Defensa del Senado se reunió para avanzar con la iniciativa, a la que asistió el Secretario de Asuntos Internacionales para la Defensa del Ministerio, Juan Battaleme.

Tras un ida y vuelta sobre la relación con los Estados Unidos en cuanto a algunos ejercicios, Sapag anunció “un dictamen en minoría, aprobando todos los ejercicios, menos el ‘Guinex’ y el “‘Vinciguerra’”. En ese momento, según la versión taquigráfica, Battaleme detalló: “Es un actor al cual nuestro sistema de defensa hoy tributa. Cuando uno mira las incorporaciones militares que tenemos, yo diría -no voy a decir que el 90 por ciento, porque ahí tengo que entrar en una disquisición- que un número muy importante de material militar proviene de los Estados Unidos, un número muy importante de nuestro entrenamiento es con los Estados Unidos”.

“La idea principal es movernos para adelante y defender el interés nacional que, justamente, está ahí, y tenemos que tener una presencia activa y estar junto con los actores que hoy son potencia rectora, pero que además están actuando ahí también, queramos o no queramos nosotros. Entonces, me parece más fructífero para el interés nacional estar que no estar, entendiendo que puede no ser una respuesta satisfactoria para usted, pero es la mejor respuesta que le puedo dar”, sentenció el funcionario. En 2022, la propia ex vicepresidenta Cristina Kirchner recibió en la Cámara alta a la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson. También lo hizo en abril pasado Victoria Villarruel.

Cristina Kirchner Laura Richardson marc stanley
La ex vicepresidenta y ex titular del Senado Cristina Kirchner en 2022 junto al embajador de los Estados Unidos en la Argentina, Marc Stanley; y la jefa del Comando Sur de la nación norteamericana, Laura Richardson

Desde la oposición dialoguista, el peronista disidente Juan Carlos Romero (Salta) manifestó: “Como la Argentina no es un país belicista, es bueno no tener prejuicios. Se mencionó que vamos a hacer ejercicios con China, con México, con Perú, con Estados Unidos. Yo no sé por qué vamos a tener un sesgo ideológico de que con algunos es bueno y con otros es malo, cuando hace poco se hablaba, con el gobierno anterior, de la base china y los programas del gobierno de Tierra del Fuego, de construir puertos con los chinos, y nadie dijo nada acá. Entonces, ahora, porque aparecen cinco soldados norteamericanos, ¿vamos a considerar una invasión?”. Fue en respuesta no sólo a Sapag, sino también a la fueguina María Eugenia Duré. Con el inicio de la gestión libertaria, ambas aprovecharon algunas comisiones y el recinto para fomentar trifulcas discursivas. Aún no tuvieron éxito.

Más allá del devenir de este tema, el oficialismo se prepara, con una impericia casi absoluta de la Casa Rosada, para dos nuevos traspiés en el Senado: la sanción de la ley que blinda el presupuesto universitario -riesgo de nuevo veto presidencial, y una potencial y masiva marcha en respuesta a ello- y el rechazo al Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) sobre millonarios fondos para inteligencia. El aliciente sería la modificación de la iniciativa sobre Boleta Única de Papel (BUE), que volvería en segunda revisión a Diputados. Si bien aún no se descarta la posibilidad de dividir esta agenda en dos sesiones -miércoles y jueves-, desde el oficialismo deslizaron anoche a Infobae que la mayoría de los bloques prefiere consumar todo en el recinto pasado mañana, en un solo encuentro.

Días atrás, la bancada de La Libertad Avanza en la Cámara alta pasó de siete a seis senadores, tras la expulsión del formoseño Francisco Paoltroni, que adelantó este medio el miércoles pasado. Al día siguiente, con la mayoría de los legisladores en sus provincias, se sumaron discretos cónclaves entre algunos oficialistas. La Casa Rosada sigue con atención esas peripecias.

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