Universidades: la UCR también podría quebrarse ante el veto de Milei y presionará con una nueva movilización
El presidente Javier Milei confirmó este viernes que vetará de forma total la ley de Financiamiento Universitario que se aprobó el jueves por la noche en el Senado. Inmediatamente, sectores de la oposición anunciaron que si el Gobierno recurre nuevamente al veto -tiene diez días para hacerlo- convocarán a una sesión para insistir con el proyecto original.
El Congreso tiene la potestad de revertir la decisión presidencial siempre y cuando alcance una mayoría especial de dos tercios de los presentes. Eso mismo intentó el pasado miércoles para rechazar el veto a la nueva fórmula de actualización de las jubilaciones. Sin embargo, la Casa Rosada logró que un grupo de radicales que había apoyado la iniciativa hace tres meses cambie de posición y votara en contra. Algo similar ocurrió con el bloque provincial Innovación Federal, que pasó del apoyo a la abstención.
Todo parece confluir para que el escenario se repita. Milei nuevamente comenzó a esgrimir el argumento fiscalista, ya que la recomposición de los salarios del personal docente y no docente desde el 1 de diciembre de 2023 tiene un impacto presupuestario de $738.595 millones, equivalentes a 0,14% del PBI. En tanto, algunos de los diputados del radicalismo que votaron con el Gobierno sobre las jubilaciones reconocieron a Infobae que el principio del equilibrio fiscal y el rechazo a votar junto con el kirchnerismo volverán a ser factores clave.
Entre los sectores más duros del radicalismo creen que los “traidores” volverán a jugar para la Casa Rosada a no ser que se vean contenidos por una fuerte presión social. “Tenemos la esperanza de que el Gobierno entre en razón y no vete la ley. Pero llegado el caso, primero se hará la convocatoria a una sesión en la Cámara de Diputados y de forma natural va a tomar forma una gran movilización previa”, explicó un dirigente de la línea más dura.
El antecedente que entusiasma a la oposición es la masiva marcha de estudiantes y docentes del pasado 23 de abril que forzó al Gobierno a negociar un aumento del 270% en los gastos de funcionamiento. El problema fue que las paritarias quedaron excluidas y luego terminaron motorizando el proyecto de ley aprobado esta semana.
“Primero una mega movilización y luego la sesión. Necesitamos que la gente presione para que los cinco radicales y los diputados de Innovación Federal no repitan lo que hicieron la última vez”, dijeron desde el bloque radical.
Por su parte, los nuevos radicales “libertarios” no se muestran preocupados y creen que el proyecto de Presupuesto podría solucionar el conflicto. “La educación es un tema complejo, muchos no tenemos posición definida todavía, aunque si el otro sector insiste con las sanciones algunos se van a sentir más liberados. Lo mismo ocurrirá si se rompe el bloque, va a ser más difícil repetir el número”, detalló uno de los diputados que se fotografió con Milei en la Casa Rosada.
El miércoles pasado, Facundo Manes y otros diez diputados radicales publicaron una carta en la que le exigieron al presidente del bloque Rodrigo De Loredo que “reordene” la bancada de la UCR en la Cámara baja y separe a los cinco díscolos que apoyaron el veto presidencial. Asimismo, la Convención Nacional, un órgano partidario que preside Gastón Manes, adelantó que planea suspender sus afiliaciones hasta que se expida el Tribunal Nacional de Ética, el único órgano con autoridad para expulsarlos definitivamente.
Martín Arjol, Luis Picat, José Federico Tournier, Mariano Campero y Pablo Cervi hasta el momento no muestran preocupación y remarcan que nunca se tomaron medidas contra el grupo de Manes o contra los de Evolución cuando en el pasado votaron diferente a la postura oficial del bloque.
“La convivencia viene siendo complicada. En la sesión sobre los fondos de la SIDE y la Ley Bases ya votamos diferente. Tenemos los mismos problemas que todos los bloques, salvo que no tenemos un diputado que se ponga patitos en la cabeza… por ahora”, ironizaba otro de los díscolos.
Ante la consulta de Infobae, un radical que posiblemente vuelva a votar con el Gobierno reconoció que no pagó costo político y hasta podrían haber sacado cierto rédito político en su provincia.
“Evitamos una embestida del kirchnerismo y visibilizamos a sus aliados. Y hacia los mercados dimos un mensaje de que queremos gobernabilidad”, reflexionó.
El sector apuntado incluye a los diputados Martín Arjol, Luis Picat, José Federico Tournier, Mariano Campero y Pablo Cervi, que votaron para sostener el veto presidencial, pero puede ampliarse a Roxana Reyes y Gerardo Cipolini, que figuran como ausentes, y otros que estuvieron en duda hasta último momento como Pamela Verasay, Lisandro Nieri o Francisco Monti.
“Con las jubilaciones el Gobierno jugó a fondo con el veto total, pero había margen para sumar a más diputados y no lo hicieron, no existió el clásico ‘toma y daca’. No sé qué va a pasar con el financiamiento de las universidades”, planteó uno de los diputados, dejando entrever que la Casa Rosada podría repetir el triunfo político de esta semana.