Revolución Colapinto: por qué merece quedarse en la Fórmula 1 y la escudería que lo tiene bajo la lupa
Hablar con el diario del lunes es muy fácil, pero visto y considerando lo sucedido hasta ahora, James Vowles tiene un lindo problema como jefe del equipo Williams de Fórmula 1. Por un lado, el piloto al que bancó y por el que apostó para darle un lugar como titular, Franco Colapinto, ya en su segunda carrera y en un circuito traicionero como el callejero de Bakú, logró sumar sus primeros puntos. Por otro, su “pollo” perderá su butaca para la próxima temporada, pues Alex Albon y Carlos Sainz, serán los titulares.
Con Logan Sargeant en zona de riesgo desde antes de su despedida en el Gran Premio de Países Bajos, ¿qué hubiese pasado si Williams esperaba un poco más para tomar una decisión o directamente se la jugaba por Colapinto para 2025? Ahora, el argentino de 21 años del que todos hablan empezó su “operativo continuidad”.
El bonaerense no deja de sorprender, salvo para quienes siempre lo siguieron y en especial sus managers, María Catarineu y Jamie Campbell-Walter. La española siempre respondió con firmeza y su “sí” fue contundente cada que se le preguntó si su pupilo iba a correr en la Máxima. Ella tenía razón, pero no por obstinada, sino por los resultados y el rendimiento de Franco, que de forma meteórica pasó de un futuro incierto hace un año tras el cierre de la temporada de la Fórmula 3, a ganar en Fórmula 2 este año y volver a subirse a un auto de F1, el pasado 5 de julio en Silverstone.
Colapinto le reveló hace un mes a este medio que él era la segunda opción después de Sainz para ser titular en Williams en 2025. Pero la decisión conjunta de la escudería fue darle la prioridad a un experimentado como el español, que será reemplazado en Ferrari por Lewis Hamilton en el venidero ejercicio.
Ante la salida de Sargeant, esa pulseada que no pudo torcer Vowles para 2025 la consiguió para las últimas nueve fechas de la temporada. Pero lo que la mayoría no esperaba era el rendimiento de este chico que recién el 28 de noviembre del año pasado consiguió la Superlicencia tras formar parte del Rookie Test en Abu Dhabi, en lo que fue su primer contacto arriba de un coche de F1.
Vowles llegó a Williams con el objetivo de hacer resurgir al histórico equipo inglés que otrora supo dominar a la Máxima, producto de sus 9 Campeonatos Mundiales de Constructores y 7 de Conductores. El proceso de aprendizaje y de ganar experiencia para Colapinto se convirtió en terminar noveno en su tercera práctica libre en Monza o mostrar su coraza mental para rehacerse tras su choque del viernes en el primer ensayo en Bakú.
Ya en su segunda carrera miró desde sus espejos retrovisores al séptuple campeón mundial Lewis Hamilton (Mercedes), quien lo fue a saludar terminada la carrera y luego lo felicitó en la rueda de prensa: “No recuerdo el nombre del chico. El de Williams…”. “Colapinto”, le respondió Rosa Herrero Vanegas, la asistente de Hamilton. “Sí, él hizo un gran trabajo hoy”, sentenció.
Pareció un sueño, pero fue realidad. Aunque Franco también avisó que él no se sentía diferente a las grandes estrellas de la F1 en una entrevista con este medio el pasado 9 de julio: “Son todos como nosotros, pero es lindo poder manejar junto a pilotos que viste desde chico correr en F1. Verte ahí de golpe es un placer, un honor. En la pista son todos iguales y no me di mucha cuenta de eso”.
Lo cierto es que Colapinto logró dos hitos: primero el golpe en la clasificación, al meterse entre los diez primeros y ser el primer argentino en lograrlo desde Carlos Alberto Reutemann en Brasil 1982. También emuló al Lole al volver a cosechar unidades para nuestro país luego de que el recordado santafesino fuera segundo en Sudáfrica, también hace 42 años.
Los boxes de Bakú ardieron y, si bien seguirá ligado a Williams, y de hecho hará un plan de 6.000 kilómetros con autos de dos temporadas atrás y sumará miles de horas en el simulador, el ambiente no cae de su asombro al saber que el piloto regular más joven del staff no tendrá su lugar en 2025.
Para la próxima temporada solo hay -por ahora- dos lugares disponibles: uno de Sauber y otro en Racing Bulls, donde iría uno de los pilotos de su programa de desarrollo, Liam Lawson, quien supo reemplazar en su momento a Daniel Ricciardo, quien a su vez perdería su lugar.
En tanto que en la escudería suiza, la misma en la que Norberto Fontana corrió cuatro Grandes Premios en 1997, solo está confirmado el alemán Nico Hülkenberg. Según el prestigioso periodista Adam Cooper, Audi y su nuevo jefe de equipo, Mattia Binotto (ex Ferrari), siguen de cerca a Colapinto. Luego de la clasificación del sábado el comunicador posteó: “¡Qué trabajo tan brillante ha hecho Franco Colapinto hoy! Mañana se alineará justo detrás de tres campeones en Verstappen, Hamilton y Alonso. Haberlo elegido parece una jugada genial de James Vowles. No hay ningún asiento libre en Williams, pero Mattia Binotto y Audi sin duda lo están siguiendo con interés”.
La bomba de Cooper fue la primera manifestación pública de un secreto a voces en los boxes de Bakú. Es que Colapinto se recibió de piloto de Fórmula 1, como le dijo el propio Vowles. Además, el de Pilar es un imán para los medios. Hace arder las redes sociales y en los responsables de comunicación de la categoría saben que no pueden darse el gusto de perderlo.
Cómo dejar ir a un joven talento que comprobó en la pista que tiene con qué seguir como piloto titular. De mantener este rendimiento, en Grove, sede de Williams, quizá comiencen a replantearse el futuro. ¿Y si además de Sauber es otro equipo el que se interesa por sus servicios?
Franco Colapinto ya comenzó a escribir su historia en la F1. Todo el mundo habla de él. Ya no es solo Williams o el efecto de sus fanáticos. No es solo la revolución que se gestó en su país donde por caso Fox Sports midió 6 puntos de rating contra 2 en su última transmisión en Bélgica, cuando el argentino aún corría en Fórmula 2. El mundo de la Máxima se asombró por este joven que hizo todo para llegar y está haciendo todo para quedarse.