Qué medidas dispuso el gobierno argentino para reforzar la seguridad ante posibles represalias por la violencia en Medio Oriente
El Gobierno elevó ayer los niveles de alerta de seguridad nacional ante la escalada de violencia que se registra en Medio Oriente y la posibilidad de agresiones contra blancos de la comunidad judía o representantes del sistema financiero en la Argentina y otras instituciones que expresen valores occidentales. Especialmente aquellos vinculados a intereses norteamericanos e israelíes en el país.
La medida se dio a conocer horas después de que aviones de guerra israelíes llevaran a cabo una serie de ataques en los suburbios del sur de Beirut, en los que fue abatido Hassan Nasrallah, jefe terrorista de Hezbollah
La disposición fue ordenada por el Ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de Patricia Bullrich, y se decidió con el objetivo de reforzar el control territorial y coordinar la actuación de todas las agencias de seguridad para prevenir cualquier incidente de carácter violento.
En este sentido, se ordenaron una serie de disposiciones a modo de precaución. Entre ellas, las autoridades pidieron a las provincias, en particular a las de países limítrofes, que refuercen la seguridad de objetivos de la comunidad judía. Además, se pondrá especial atención a la protección de infraestructuras críticas y sensibles a lo largo del país y solicitaron que se aseguren todos los corredores de instituciones escolares, deportivas y culturales judíos en CABA, teniendo en cuenta la llegada del Shabat.
En la Ciudad de Buenos Aires también se brindará especial protección en las sinagogas y sus cercanías durante los días festivos, a fin de reforzar la vigilancia en los eventos de gran concurrencia y preservar la integridad de los lugares de culto y reunión.
Asimismo, desde el Gobierno detallaron que se establecerán contactos permanentes con los enlaces de seguridad de las comunidades para mantener un monitoreo constante “y generar respuestas rápidas ante cualquier contingencia”.
Con respecto a la custodia de las entidades bancarias, cajeros automáticos y financieras con presencia americana, así como aquellas vinculadas a capitales norteamericanos e israelíes, se realizará un operativo para blindar los sectores que podrían ser considerados blancos sensibles por su simbolismo económico.
Además, anunciaron que se brindará especial protección a diplomáticos de países involucrados en el conflicto y se extremarán los cuidados hacia los miembros de las delegaciones diplomáticas argentinas, especialmente en Medio Oriente, España y Bolivia. Frente a este escenario, señalaron que cancillería argentina está trabajando de manera coordinada con sus pares para también garantizar la seguridad de los funcionarios en el exterior.
La orden del Gobierno es que los organismos coadyuvantes de la seguridad interior, como Aduanas y Migraciones, coordinen con las fuerzas de seguridad para el “perfilamiento de personas de interés y la implementación de controles más estrictos en los pasos fronterizos”. También se activará el Comando Tripartito de la Triple Frontera, un dispositivo de coordinación entre Argentina, Brasil y Paraguay para el monitoreo y resguardo de esta zona de alta sensibilidad estratégica.
El blanco de la operación del Ejército israelí de este viernes fue la sede central de Hezbollah, ubicada en el barrio de Dahiya. El vocero del Ejército israelí, Daniel Hagari, indicó que se trató de un “ataque de precisión” y que el reducto estaba construido bajo edificios residenciales de la ciudad, lo que demuestra la intención de usar a los libaneses como “escudos humanos”.
Tras casi un día, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anunciaron hoy que Nasrallah fue finalmente eliminado. “Hassan Nasrallah está muerto”, adelantó en Telegram el portavoz castrense para la prensa internacional, Nadav Shoshani. Horas más tarde, la organización extremista libanesa confirmó la información.
Nasrallah, quien también fue uno de los fundadores de la organización, fue abatido junto con Ali Karki, comandante del Frente Sur de Hezbollah, y otros altos mandos de la organización. Este golpe se realizó tras un operativo minucioso basado en información de inteligencia proporcionada por las FDI y las agencias de seguridad israelíes.
El ataque fue ejecutado por aviones de combate de la Fuerza Aérea de Israel (IAF), que lanzaron un bombardeo preciso sobre el Cuartel General Central de Hezbollah.
Esta instalación se encontraba oculta bajo un edificio residencial en el área de Dahye, en Beirut, y al momento del ataque, el líder de Hezbollah se encontraba en el lugar planificando nuevas actividades terroristas dirigidas contra los ciudadanos de Israel.
El pedido de las autoridades argentinas frente a este contexto es que la población se mantenga alerta. No obstante, aseguró que todas las fuerzas de seguridad se encuentran trabajando de manera articulada para prevenir cualquier tipo de agresión y garantizar la seguridad nacional.