El oficialismo y la Casa Rosada definieron que habrá tres interlocutores con la oposición por el Presupuesto
Funcionarios del Ejecutivo; la vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel; y su par de Diputados, Martín Menem, mantuvieron una reunión días atrás en la que se decidió, de manera sana, desactivar el festín de interlocutores a la hora de negociar leyes de cara al inminente debate del Presupuesto 2025, que comenzará el próximo martes en la Cámara baja.
“En lo que va de la gestión nos dimos cuenta que resulta muy complejo consensuar algo viable si aparecen varias personas, en el medio de una discusión caliente, para ofrecer o bajar pedidos de los legisladores. Termina confundiendo a todos y después, si sale mal, nos echamos la culpa entre todos y perjudicamos al espacio”, reconocieron a Infobae desde un influyente despacho.
Otro funcionario lo explicó a este medio de la siguiente manera: “Si en Diputados o en el Senado viene un bloque y te pide tres panchos; desde acá, primero se le contesta que dos; luego, la Rosada dice uno y medio, y seguido a ello aparece un paracaidista y te responde uno o nada, se hace imposible. Son horas y horas de llevar y traer cosas que te exponen a dinamitar puentes y lesiona cualquier sendero de entendimiento”.
Bajo ese panorama y, con la ley más importante que tiene Milei para mostrarle al mercado en los próximas semanas -siempre y cuando sea real contar con un Presupuesto 2025 sancionado-, el Ejecutivo y los máximos responsables del Congreso decidieron registrar a un interlocutor por área para evitar tropelías.
En cuanto a la ley de gastos para el año próximo y, siempre bajo la supervisión y canal fluido con Menem y Villarruel, en la Cámara baja se ubicará el presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, el libertario José Luis Espert. En tanto, por el Senado estará el titular provisional, el contador puntano Bartolomé Abdala -con guiño del jefe de bloque oficialista y quien comanda la comisión de Presupuesto y Hacienda, Ezequiel Atauche-; y, por el Ejecutivo -pese a algunas resistencias por malos movimientos del pasado reciente-, el vicejefe de Gabinete y visitador legislativo, José Rolandi.
La mecánica adoptada tiene el visado del asesor del Ejecutivo, el discreto subsecretario de Gestión Institucional de la Secretaría General de Presidencia, Eduardo “Lule” Menem. Es decir, de la hermana del jefe de Estado, Karina Milei. Las dudas que quedan para el corto plazo aparecen por las eventuales apariciones y llamados del poderoso Santiago Caputo, de relación más que fluida con algunos diputados y senadores dialoguistas. Todo un desafío para este intento -racional- de reordenar un entramado político que, en el fondo, dependerá de potenciales aliados que muchas veces aseguran y prometen una cosa y, minutos u horas después, hacen otra.
“No sirve más el individualismo. Son esperables y entendibles las internas, pero no a este nivel. Menos aún, cuando enfrente no aparece nadie. Tuvimos un gasto innecesario de energía. ¿Cómo vas a estar repartiendo poder para después ir limando a los propios? ¿Cómo te vas a quejar después? Si le pegás todo el día al chico, no va a salir con buenos modales. Y recordemos que acá hay varios que no le deben nada a nadie, se lo ganaron solitos. La mermelada de maltratos debe terminar”, manifestó a Infobae un experimentado funcionario libertario.
La cumbre en cuestión está a atada al cónclave del miércoles último -contada el viernes por este medio- de funcionarios del Ejecutivo, legisladores oficialistas y otros de la oposición dialoguista para sellar una negociación en simultáneo del Presupuesto 2025. El punto principal: el oficialismo no apuraría un dictamen allí hasta que no exista un trato formal -con potencial número que avale lo consensuado- en la Cámara alta.
Del convite realizado en el despacho de Villarruel participaron, además de la vicepresidenta, el jefe del radicalismo en el Senado, Eduardo Vischi (Corrientes); su comprovinciano y peronista disidente Carlos Espínola, flamante titular del interbloque “Provincias Unidas”; quien comanda el Pro en la Cámara alta, Luis Juez (Córdoba), y Abdala, entre otros.
También estuvieron Espert, Rolandi y el vicejefe de Gabinete del Interior; Lisandro Catalán, un funcionario clave -pese a los meses de dilación que tuvo el tema- para la reciente sanción de la Boleta Única de Papel (BUP), un cambio de relevancia institucional. En los próximos días aterrizará en el Congreso la insistencia de la ley que mejora el presupuesto universitario, tras el veto presidencial. Horas en las que La Libertad Avanza necesitará, más que nunca, pedirle un milagro a las “fuerzas del cielo”.