La vida de lujo en la Villa 31 y los videos familiares que delataron al narco asesino “Diente de Oro”
Tras matar a un adicto por la espalda en Tristán Suárez, Santos Martín Díaz Alvarado, alias “Diente de Oro”, el dealer acusado de homicidio que fue detenido ayer por la División Homicidios de la PFA en la Villa 31, se fue a vivir con su familia.
“Diente de Oro” de 34 años de edad, nacido en Perú, sin documento argentino, apodado así por la pieza dental postiza que lleva en su boca, se mudó con lo puesto a la Villa 31 luego de supuestamente asesinar a Miguel Brizuela, un consumidor de Tristán Suárez que tenía la costumbre de pedirle fiado y que encima le debía.
Cansado de la actitud, Díaz Alvarado, según la acusación en su contra a cargo de la fiscal María Florencia Belloc, lo ejecutó en la calle Las Camelias de la localidad bonaerense el 21 de octubre pasado tras negarse a venderle algunas bolsas. Entonces, le dejó el negocio a Hernán Rodríguez Guardia, “El Junior”, su segundo al mando, y escapó al asentamiento de Retiro, donde su familia lo esperaba en su nueva casa del barrio Padre Mugica.
Históricamente, la familia de “Diente de Oro” había vivido dentro de la Villa. Fueron trasladados a uno de los nuevos edificios construidos en el Padre Mugica tiempo atrás. Ciertamente había espacio: cuatro ambientes, dos baños. Los Díaz Alvarado aprovecharon y lo hicieron a nuevo. Instalaron varios sillones y aires acondicionados, colocaron pisos de porcelanato, revestimientos símil piedra en las paredes. Incluso, le instalaron luces al techo del living para sus fiestas, un anillo en los bordes del techo que rodeaba todo el ambiente. Festejaron su última Navidad con un árbol de más de dos metros de alto.
La madre de Díaz Alvarado se encontraba en la casa. La hermana menor del dealer vivía allí también, con una tobillera electrónica atada a una de sus piernas. Fue condenada a cuatro años de encierro en abril del año pasado, en una causa narco de la Justicia porteña, a cargo de la UFEIDE de la fiscal Cecilia Amil Martín, beneficiada con prisión domiciliaria, según confirmaron fuentes judiciales.
Actual beneficiaria de la Asignación Universal por Hijo, la hermana de “Diente” tenía más de 20 carteras en su habitación, la mayoría importadas, junto a una pila de zapatillas Nike todavía en sus cajas de un metro y medio.
Santos Martín, en cambio, no tenía mucha ropa. Apenas algunas remeras negras, shorts, sus zapatillas Nike Air Max de 200 mil pesos.
También tenía otra familiar, una prima, con la costumbre de filmar y luego subir los videos a Facebook. Eso, básicamente, fue su ruina.
“Diente de Oro” se cuidaba de no posar en fotos. Pero no podía evitar que en la casa siempre haya un teléfono filmando o transmitiendo en vivo por Instagram. La División Homicidios de la Federal ya había detectado los perfiles. Entonces, comenzaron a ver.
El prófugo apareció en muchas escenas posteadas por su prima. Le hicieron un homenaje con mariachis a su madre: allí estaba Santos, bailando. Otra prima festejó su cumpleaños semanas atrás. Se lo ve al dealer acusado de homicidio en otro video detrás de la mesa principal, bebiendo cerveza.
Con la ley encima, festejó su cumpleaños número 34 el 3 de enero pasado, vestido en remera negra y shorts, como siempre, con una corona de cotillón en la cabeza. Sopló las velas de la torta, con una candela chispeante. Así, no quedaron dudas de dónde se escondía.
Ayer, la PFA lo arrestó mientras salía de la casa en el barrio Padre Mugica. “Junior”, su segundo al mando, fue capturado en San Martín.