En su carta anual a los accionistas, Warren Buffett criticó a los inversores “casino” y fue escéptico sobre la Inteligencia Artificial
Warren Buffett, uno de los inversores más prestigiosos del mundo, publicó este sábado su “Carta Anual” a los accionistas de Berkshire Hathaway, el fondo de inversión que fundó e hizo crecer durante las últimas seis décadas junto a Charles “Charlie” Munger, su exsocio y copiloto, que murió en noviembre pasado, a los 99 años, cuando le faltaban apenas 33 días para cumplir cien.
Buffett, de 93, rindió homenaje a Munger, a quien calificó como el verdadero “arquitecto” de Berkshire Hathaway, fondo de inversión cuyas tenencias suman nada menos que USD 561.000 millones por lo que -dijo- se hace ya bastante difícil hacer inversiones en compañías que muevan su amperímetro.
Munger era tan generoso, dijo Buffett, que dejaba que pensaran que era él, Buffett, quien realmente sabia de inversiones y “nunca, nunca”, le reprochó una mala decisión
El también conocido como “Mago de Omaha”, por la ciudad de Nebraska donde resiste y tiene su sede central el fondo de inversión, criticó el estilo de “casino” de los actuales mercados financieros y bursátiles en los que -dijo- muchos inversores tiene más características de apostadores que de inversores y se dedican a comprar “acciones calientes” (hot stocks), y “billetes de lotería” (lottery tickets).
Ignorar a los gurúes
Buffett también pidió ignorar a los pronosticadores y a los “gurúes” de los mercados y se manifestó escéptico respecto del “frenesí” en torno de las inversiones y los desarrollos de la Inteligencia Artificial y reivindicó en cambio a su propia cuna, Omaha, en la que nacieron y se criaron, señaló, inversores como Munger y él mismo, además de Ajit Jain y Greg Abel (cabezas de dos de las divisiones de inversión de Berkshire) y a su hermana Bertie, a quien describió como “una de las grandes inversoras del país”.
¿Será el agua o el aire de Omaha o algún extraño fenómeno planetario, como el que hizo que Jamaica tenga grandes velocistas, Kenia grandes maratonistas y Rusia expertos en ajedrez”, se preguntó, retóricamente.
Al igual que cartas anteriores, Buffett enfatizó las posiciones de Berkshire en empresas tradicionales como Coca-Cola y American Express, acciones que dijo -luego de comprar no tocó en más de dos décadas, fiel al estilo de inversor de largo plazo que aprendió de Munger.
Además, se congratuló de la posesión del 28% de las acciones de Occidental Petroleum, que Berkshire compró a lo largo de los últimos dos años. Y elogió su aporte a la independencia energética de EEUU y su estrategia pionera en materia de captura de carbono.
Qué vendió Berkshire
Por el contrario, en los meses finales del año pasado Berkshire vendió 10 millones de acciones en Apple, cerca de 1% de su posición en la tecnológica, y 80 millones de acciones de HP, reduciendo su posición en esa compañía en nada menos que 78%; además, redujo en 32% sus inversiones en la compañía de medios Paramount.
En el último trimestre de 2023, Berkshire reportó ganancias operativas por USD 8.500 millones, un 28% más que en igual período de 2023, lo que llevó las ganancias operativas del año a USD 37.300 millones. Además, el fondo terminó el año con una “ganancia neta” (por la cotización de sus acciones) de USD 96.200 millones, una fortísima reversión respecto de las pérdidas netas de USD 22.800 millones que había tenido en 2022.
Además, el balance precisó que el fondo tiene ahora USD 167.600 millones en “cash o equivalentes”, lo que hace que los analistas piensen que está a punto de agregar alguna compañía o inversión importante a su cartera.