Las contradicciones del relato oficial para salir del cepo cambiario
El presidente Javier Milei dijo en una entrevista con un medio del exterior que “los economistas que hablan de acelerar el aumento del tipo de cambio oficial incurren en la fatal arrogancia”, en referencia al libro de Friedrich August von Hayek: “La Fatal Arrogancia Los Errores del Socialismo”.
La fatal arrogancia de los economistas que piden que se acelere la tasa de aumento del tipo de cambio oficial, dice Milei, tiene que ver con que esos economistas creen saber cuál es el tipo de cambio de equilibrio de la economía. En otros términos, es como decir que un economista puede decir cuál debe ser el precio del tomate, de las salchichas o cualquier otro bien y servicio que se comercia habitualmente.
El argumento del Presidente es válido, pero se olvida que su gobierno está llevando a cabo una política cambiaria en la que existe una paridad oficial fijada arbitrariamente y, por tanto, cae en la fatal arrogancia de la cual habla Hayek o en su trabajo El Mercado como Proceso de Descubrimiento.
Pero, en su argumentación para defender el tipo de cambio oficial por el cual los exportadores están obligados a venderle al BCRA sus dólares, en contra de las ideas liberales, Javier Milei argumentó que no tiene sentido subir el tipo de cambio si está igual que el dólar libre, refiriéndose al dólar blue.
El gobierno del presidente Milei está llevando a cabo una política cambiaria en la que existe una paridad oficial fijada arbitrariamente y, por tanto, cae en la fatal arrogancia de la cual habla Hayek
Ahora bien, dado que la cotización del dólar blue es libre, algo que es para el debate, al igual que el CCL y el MEP, quiere decir que el tipo de cambio de mercado es de equilibrio. En otras palabras, a ese precio la demanda está satisfecha por la oferta. No hay faltantes de dólares para la demanda a ese precio.
Esto que acabo de describir es de introducción a la economía. Por lo tanto, si el mercado blue tiene la demanda satisfecha y el oficial es igual al blue, no hay razón para mantener el cepo porque no hay demanda insatisfecha.
En otras palabras, el Presidente nos está diciendo que puso el tipo de cambio oficial en el mismo nivel que el tipo de cambio blue, único caso de introducción a la economía en que el Estado interviene poniendo un precio máximo igual al de mercado, cuando en esos casos lo usual es fijarlo por debajo del nivel de mercado, porque de otro modo no tiene sentido.
¿Acaso Milei no está cometiendo la fatal arrogancia de establecer un tipo de cambio oficial con un precio que define como de equilibrio?
Dolarización
El otro punto que surge de esa entrevista es que afirmó que no pudo llevar adelante el proceso de dolarización que había propuesto Emilio Ocampo, a quien en la previa a su llegada a la presidencia había elegido para ser presidente del BCRA y cerrarlo luego de dolarizar, y lo cambió por el actual Santiago Bausili, porque si llevaba adelante esa propuesta “podía ir preso porque la oposición actúa en forma deshonesta y lo hubiesen denunciado por hacer un negocio turbio con los bonos”.
Ese argumento luce más a una excusa para no reconocer que su propuesta de dolarización era inviable técnicamente, como lo he señalado en infinidad de oportunidades.
Y suponiendo que el Gobierno quiere “limpiar el balance del BCRA”, no hace falta que consiga USD 15.000 millones para poder liberar el mercado de cambios y eliminar el cepo. Eso se logrará solucionando el problema de los pasivos remunerados de la entidad.
Suponiendo que el Gobierno quiere “limpiar el balance del BCRA”, no hace falta que consiga USD 15.000 millones para poder liberar el mercado de cambios y eliminar el cepo
Lo visto en los primeros cuatro meses de Gobierno da cuenta que si una forma de cancelar esos pasivos remunerados es a través del uso de reservas internacionales, esa estrategia no le estuvo dando resultados.
Si se toma el saldo de los pasivos remunerados al tipo de cambio oficial, porque a ese tipo de cambio valúa el BCRA sus activos y pasivos en dólares, se advierte que en diciembre, con el salto cambiario inicial cayeron en el equivalente en dólares, pero luego empezaron a crecer nuevamente, al punto de quedar en marzo apenas USD 1.161 millones por debajo del nivel inicial posterior a la devaluación; y lo equiparó en los primeros días de abril.
Es decir, el equipo económico no ha logrado “licuar” los pasivos remunerados. Además, a esa cifra hay que agregarle unos USD 10.000 millones en Bopreal (deuda con importadores), por lo que llega al equivalente de USD 48.340 millones.
El equipo económico no ha logrado “licuar” los pasivos remunerados
Se trata de un monto equivalente a 3 años de superávit comercial que pasen a integrar las reservas del BCRA para poder cancelar la totalidad de los pasivos remunerados, sin contar la base monetaria que agrega un quinto a ese monto.
Una solución para poder llevar a cabo la dolarización podría ser que el Tesoro Nacional le entregue al BCRA bonos transferibles en dólares a cambio de las Letras Intransferibles que suman USD 53.000 millones.
Seguir con el ritmo de nuevo aumento de los pasivos remunerados equivalente en dólares implica mantener el cepo cambiario eternamente y, por lo tanto, no tener ingreso de inversiones productivas que creen puestos de trabajo y se inicie un proceso de crecimiento sustentable.
El relato de la dolarización se muere. Es hora de que el Gobierno empiece a hacer algo más que artificios financieros para durar y mantener la economía en recesión para mostrar que baja la tasa de inflación.
Tal vez sería hora de enviar al Congreso proyectos de ley que posibiliten salir de la brutal recesión del primer trimestre 2024, en lugar de pretender cambiar todo el país con 1.034 artículos entre el DNU 70 y la Ley Bases originales.