La Plata: detectaron una nueva célula narco de la banda de los ladrillos con marca de delfín
Desde el pasado 15 de marzo que la Gendarmería Nacional (GNA) encontró más de 314 kilos de cocaína en una cabina de un móvil de los Bomberos de Aguas Blancas (Salta), la Justicia Federal inició una investigación para dar con el origen del cargamento identificado por tratarse de ladrillos amarillos sellados con la figura de un delfín. En medio de las averiguaciones, se detectó un nuevo bloque en la ciudad de La Plata, lo que indicaría la expansión de la red narco en el país.
La droga fue descubierta en el auto particular de un hombre de nacionalidad peruana, identificado como Carlos Michael Revilla, durante un operativo policial. Luego de que el contenido del paquete fuera sometido a una serie de pericias que comprobaron que se trataba de cocaína, los agentes policiales precisaron que el ladrillo tenía un peso de 812 gramos.
Hasta el momento, el origen de las sustancias selladas con el delfín es un absoluto misterio para las autoridades. No obstante, los investigadores apuntaron que el cargamento provendría del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro conocida por sus siglas (VRAEM) y bautizada como “El Valle de la droga”, una zona donde la densa selva oculta las más peligrosas organizaciones de narcotraficantes ligados a la mafia italiana, incluso, a terroristas de Sendero Luminoso.
Según pudo conocer Infobae, el VRAEM es el centro de cultivo y producción de cocaína de máxima pureza en Perú. “Existen en otros lugares, pero ahí están los mejores laboratorios”, indicó una fuente. Sin embargo, en la causa no terminaron de descartar la idea de que los delfines de droga fueran originarios de Bolivia.
Los expertos consultados señalaron que el uso del color amarillo sería crucial para la causa, debido a que “ese color en los paquetes suelen marcar el grado de pureza de la droga”. En este sentido, destacaron que históricamente la cinta comenzó a ser utilizada por un clan peruano para indicar que se trataban de sustancias “de alta calidad, arriba del 90% y de producción peruana, de mayor concentración y firmeza”, pero en los últimos años el código fue exportado a las cocinas bolivianas.
Con respecto al uso del delfín como sello, el especialista explicó que “los logos se usan para distinguir al proveedor de la cocaína, es decir, del laboratorio en el que se produce”. Además, remarcó que la diferencia de tamaño en los ladrillos que fueron secuestrados en Salta, Santiago del Estero, Córdoba y La Plata podría ser un indicio de que fueron producidos en lugares diferentes, aunque el dueño podría tratarse de la misma persona.
Desde el Ministerio de Seguridad de la Nación señalaron por los ladrillos de cocaína a Delfín Castedo, el capo que cumple una condena de 16 años de prisión por narcotráfico al comprobarse que era el líder del “Cartel del Patrón del Norte”. La tesis está basada en la estampa del animal marino en la droga que hace referencia a su nombre. Sin embargo, los detectives que estuvieron tras sus pasos aclararon que no necesariamente el sello está ligado al narco salteño.
Si bien la fuente judicial confió que habría una serie de indicios que señalarían a Castedo como el presunto dueño de uno de los laboratorios y distribuidor del cargamento, subrayó que solo sería una hipótesis que todavía no pudo ser corroborada. Asimismo, recordaron que el líder narco no abastecía el mercado local, ya que solía exportar la droga hacia España, Bélgica e Italia.
Por otro lado, indicaron que un análisis de los diferentes ladrillos secuestrados podría determinar la compatibilidad química entre los productos. “Con esto tendría nivel de certeza para comparar con otras cargas y establecer hipótesis de mayor nivel”, destacaron.
Sumada a la incertidumbre de la causa, los investigadores destacaron como una anomalía la cantidad de cargas pérdidas que habría tenido la presunta banda narco. “Parece como si se tratara de distribución random que nunca llega a destino. Si se trata del mismo distribuidor, la está perdiendo por todos lados”, evaluaron respecto de los más de 1.300 kilos de cocaína que fueron incautados.