Aberrante: detuvieron a una mujer buscada por prostituir a sus hijos tras verla en un móvil de televisión
El viernes pasado, la División Delitos contra la Integridad Sexual de la Policía de la Ciudad detuvo en la esquina de Santa Fe y Callao a N.B.M.G., nacida en Paraguay. El delito: reducción a la servidumbre, abuso sexual con acceso carnal agravado.
Las víctimas: sus propios hijos.
Su arresto marcó el fin de una causa iniciada cuatro años atrás en el Juzgado N°4 a cargo de Martín Yadarola. La mujer, básicamente, se delató a sí misma, luego de que apareciera en un móvil de televisión el miércoles pasado, quejándose del paro de colectivos. Así, la reconocieron y fueron por ella, hallándola con sus muletas, sentada frente a un banco. Se encontraba en situación de calle.
La causa en su contra había comenzado en 2019, año en que el Juzgado Civil N°26 le quitó a sus hijos. El Boletín Oficial revela varios movimientos en este caso. En septiembre de 2020, fue citada a comparecer junto a su pareja, padre de una de las víctimas, también acusado en el expediente del juez Yadarola, que terminó detenido por otro delito. En febrero de 2021, le informaron que sus hijos iban a ser dados en adopción.
El 8 de enero de este año, el juez Yadarola determinó imputar a la mujer y a su pareja. Se cree que los menores fueron sometidos en al menos cinco ocasiones. La lista de agravantes fue intensa. La mujer y su pareja eran los encargados de la guarda de los chicos y aprovecharon su situación de convivencia. La propia madre, hoy de 43 años, fue quien habría entregado a los menores a sus victimarios.
Poco después, se decretó su captura. Que se encontrara en situación de calle dificultaba su rastreo. NBMG no tenía un domicilio registrado. Sus hijos sí tenían un domicilio registrado ante las autoridades: el del hogar de niños de Villa Martelli donde fueron trasladados en un momento.
Todos ellos -dos varones y dos mujeres, nacidos en 2009, 2010, 2012 y 2018- tenían menos de 13 años al momento de los ataques sexuales.
La prostitución de menores es un fenómeno recurrente en la Justicia penal argentina.
A fines de marzo, personal de la Comisaría 8° de la Policía Bonaerense se presentó en una casa de la esquina de las calles 8 y 83 para notificar a Héctor Alejandro Zaccone, un gasista de 50 años, que había sido denunciado por su propio padre, un jubilado, que vivía junto a él, en una causa a cargo del Juzgado de Familia N°4.
El gasista atendió la puerta y le permitió el ingreso a los efectivos. Insólitamente, lo acompañaban tres jóvenes, una mujer cis de 14 y dos mujeres trans de 16 y 17. Todas estaban semidesnudas, dentro de la habitación del gasista mismo, con una suciedad y desorden notable en el lugar.
En su relato, aseguraron que el gasista y su padre jubilado las mantenían privadas de su libertad y las explotaban sexualmente, según aseguraron fuentes del caso, forzándolas a prostituirse en la esquina de 1 y 67.
No solo aseguraron que las sometían a diversos abusos sexuales ellos mismos: también advirtieron que había otras menores que supuestamente eran prostituidas, todas ellas en situación de calle o en un marco de pobreza extrema.
Así, la fiscalía dispuso la aprehensión del gasista y el allanamiento de urgencia de la casa con peritos especializados. Poco después, el padre del gasista, también llamado Héctor, fue detenido.