Se quejó de su trabajo en Facebook y la despidieron: Esta es la historia que generó discordia
¿Alguna vez te has quejado de tu trabajo en redes sociales? Esto podría costarte un despido. O al menos así le ocurrió a Kimberley Swann, quien dijo que su cargo era aburrido en Facebook y acto seguido, fue llamada a la oficina de su jefe.
Esta joven de 16 años de edad trabajaba en una oficina. Ella consideraba que su trabajo era rutinario, algo que quiso compartir en su Facebook. Swann aseguró que nunca nombró a la empresa, solo describió su labor como “aburrida”. Días después de realizar la publicación, su jefe la citó para informarle que su contrato terminaba con “efecto inmediato”.
En específico, su superior señaló: “A la vista de sus comentarios en Facebook sobre el trabajo y la compañía, creemos que es mejor que, como no está contenta, terminemos con efecto inmediato su empleo en Marketing & Logistics”.
Swann señaló al periódico británico The Daily Telegraph, su asombro por lo sucedido ya que ni siquiera mencionó en su comentario el nombre de la empresa solo se había limitado a decir que su labor en la oficina le aburría.
El secretario general del sindicato de Reino Unido de ese entonces, Brendan Barber, criticó el hecho de que un empresario se dedicase a husmear en las conversaciones privadas de sus empleados.
¿Puedo hablar de mi trabajo en redes sociales?
En la actualidad, es común utilizar las redes sociales para compartir opiniones y puntos de vistas acerca de diversos temas. Sin embargo, a la hora de comentar sobre la empresa en la cual trabajamos, lo más recomendable es guardar cierta cautela.
El compartir contenido relacionado con el trabajo puede tener implicaciones legales, especialmente si se trata de información confidencial o protegida.
Los empleados deben ser conscientes de la imagen que proyectan en las redes, ya que esta puede reflejar tanto de manera positiva como negativa en la organización. La crítica pública a la empresa, colegas o clientes puede llevar a sanciones laborales o incluso al despido.
Es recomendable evitar publicaciones que puedan ser interpretadas como oficiales o representativas de la postura de la empresa, a menos que se cuente con una autorización explícita.
Asimismo, es prudente pensar en las posibles repercusiones a largo plazo de las publicaciones sobre el trabajo, considerando que lo que se comparte en Internet tiene un alcance amplio y puede permanecer accesible indefinidamente.
El caso concreto de Kimberly Swann se presenta para un amplio debate dado que ella no mencionó el nombre de la empresa.
¿Qué nunca debes publicar en redes sociales?
Hay información y tipos de publicaciones que nunca deben compartirse en estas plataformas:
- Información personal sensible: Detalles como número de seguro social, dirección de domicilio, número de teléfono y datos financieros nunca deben ser divulgados. Estos datos pueden ser utilizados para cometer fraudes, robos de identidad o incluso ataques personales.
- Ubicaciones en tiempo real: Publicar la ubicación actual puede poner en riesgo la seguridad, al revelar que la casa está vacía o facilitar el seguimiento por parte de personas con malas intenciones.
- Planes de viaje futuros: Anunciar planes de viaje puede ser una invitación para ladrones, ya que indica que la vivienda estará desocupada durante un período de tiempo.
- Conflictos laborales: Quejarse sobre el trabajo, colegas o superiores puede afectar negativamente la vida profesional, dañar relaciones laborales y hasta conducir a sanciones o despidos.
- Contenido que incite al odio o discriminación: Publicaciones que promuevan la violencia, el racismo, la xenofobia o cualquier forma de discriminación pueden tener consecuencias legales y afectar profundamente la reputación en línea.
- Fotos o videos comprometedores: Contenido que muestre comportamientos indebidos, consumo excesivo de alcohol o actividades ilegales puede dañar la imagen personal y profesional.
- Informaciones falsas o no verificadas: Difundir información no verificada o noticias falsas contribuye a la desinformación y puede tener impactos negativos en la sociedad.
Es vital recordar que lo publicado en internet puede ser permanente y alcanzar una audiencia amplia e indeseada.