Economía

Fuertes ventas de títulos en pesos hicieron subir las tasas y presionan sobre la próxima licitación del Tesoro

​Santiago Bausili, Luis Caputo y Pablo Quirno
​Santiago Bausili, Luis Caputo y Pablo Quirno

No solo los bonos en dólares sufrieron otra jornada de fuertes caídas, como lo reflejó el nuevo aumento del riesgo país, que quedó al borde de superar los 1.600 puntos básicos. También se registraron fuertes ventas de títulos en pesos y sufrieron especialmente las Lecap, las letras capitalizables emitidas por el Tesoro que se convirtieron en instrumentos claves para el plan del Gobierno especialmente en las últimas semanas.

La ola de ventas de Lecap provocó caídas cercanas a 4% en las que tienen vencimiento el año próximo. Como consecuencia, la tasa de interés que ahora demanda el mercado por quedarse con estos papeles es mucho más alta. Por ejemplo, la que vence en noviembre quedó con una tasa efectiva del 67% anual y para febrero 2025 cerró en 71%.

Esto implica, por otra parte, que la curva de tasas de la deuda en pesos que emite el Tesoro empieza a normalizarse: rinden mucho menos los títulos más cortos (entre 52% y 55%), mientras que a medida que avanza la duración esa tasa va creciendo hasta superar el 70% para vencimientos de principios del año próximo.

La venta de activos argentinos se notó ayer en todos los segmentos. Los bonos polarizados tuvieron otra jornada muy negativa y el riesgo país subió casi 5%, pero también hubo ola de ventas en acciones y en bonos en pesos. Ahora las miradas se centran en la licitación del Tesoro de la semana que viene, ya que es posible que deba pagar mayores tasas para conseguir financiamiento

Las dificultades para aprobar la ley Bases, el proyecto de ley de movidad jubilatoria que plantea un aumento del déficit fiscal y problemas de gestión que emergieron en las últimas semanas impactaron negativamente en los precios de todos los activos financieros. Cayeron los bonos en pesos, pero también los dolarizados, mientras las acciones continuaron con fuertes correcciones (ayer hasta 5%).

Para los inversores que compraron Lecap de mediano y largo plazo en las últimas licitaciones el negocio salió muy mal. Si quisieran vender estos papeles ahora deberían aceptar fuertes pérdidas.

Dentro de todo, la buena noticia es que esta salida de activos en pesos no impactó prácticamente en las cotizaciones de los dólares financieros que incluso operaron con leves caídas. El contado con liquidación, por ejemplo, cerró clavado en 1.300 pesos y las otras cotizaciones quedaron por debajo de este valor.

La caída de los bonos en pesos, empezando por las Lecap pero que también afectó a los títulos que ajustan por CER, representa un desafío para la continuidad del plan monetario que viene llevando adelante el Gobierno. De hecho, son emitidos por el Tesoro para que los bancos cancelen los pases que tienen para el Central y adquieran a cambio esos títulos.

La semana que viene habrá un importante test, cuando el Tesoro salga a captar más fondos de los bancos como lo viene haciendo en las últimas semanas.

Sin embargo, difícilmente pueda llevar adelante una colocación como la efectuada hacer solo un par de semanas, cuando colocó la totalidad de la deuda a tasa fija, a través de Lecap. Además, habrá que monitorear si el mercado y en particular los bancos demandan una tasa de interés mayor en relación a la última licitación.

Lo que sí parece un hecho es que seguramente serán títulos más cortos y que para alargar la duración seguramente se volverá a recurrir a Boncer, es decir bonos que ajustan por inflación.

Otro dato no menor es que la próxima licitación del Tesoro será el 12 de junio, es decir un día después de la fecha establecida en principio para el tratamiento de la ley Bases en el Senado. Si el proyecto no es aprobado o hay un nuevo cambio de fechas, seguramente implicará otro fuerte golpe para la deuda argentina.

Los ahorristas e inversores demandarán tasas cada vez más altas en pesos para no dolarizarse, en especial en un contexto de alta incertidumbre como el actual

Esta caída de bonos en moneda local también representa una muestra de los peligros que tendría una salida apresurada del cepo cambiario. Sin restricciones para la compra de dólares, no hay dudas que buena parte de esos pesos que salieron de las Lecap y otros títulos hubiera terminado en la compra de divisas, presionando fuertemente las cotizaciones.

Los bancos vienen saliendo de los pases del BCRA que pagan 40% anual en pesos y se pasan a Lecap, que ofrecen arriba del 50% para los plazos más cortos. La semana que viene se verá si esta dinámica se sostiene inalterada.

Por otra parte, el movimiento de los últimos días también le pone un freno a la política del Gobierno de seguir bajando la tasa de interés para licuar pasivos. Todo indica que las tasas fuertemente negativas (o sea por debajo del nivel de la inflación) será cada vez más difícil de mantener. Los ahorristas e inversores demandarán tasas cada vez más altas en pesos para no dolarizarse, en especial en un contexto de alta incertidumbre como el actual.

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