El rebote de los dólares del viernes no generó el mejor clima para esta semana
Cuando el jueves pasado pareció llegar el alivio, el viernes que le siguió recordó, con un rebote en los dólares financieros que proyecta sombras, que hay otra realidad. Porque el rebote no solo cerró en los máximos del día, sino que quedó demandado para este lunes.
El Gobierno confía en que el anuncio de la inflación, tomando en cuenta que el índice de precios de la Ciudad de Buenos Aires fue de 4,4%, puede calmar a los mercados, alterados por la suerte de la Ley Bases, los desacuerdos internos del oficialismo y las dudas sobre la renovación de los swaps por USD 5.000 millones con China.
Un dato que tranquilizó a los inversores fue la suba de hasta 1,5% de los bonos soberanos que bajaron el riesgo país a 1.580 puntos básicos. Los optimistas suman argumentos. Según Nicolás Cappella, trader de Invertir en Bolsa esas razones son “la suba del salario real de 6,7% en abril que, sumado al índice de la construcción e industrias, refuerzan las señales de que habríamos llegado al piso de la recesión”.
¿Se aleja el recorte de tasas en EEUU?
El informe de la consultora F2 de Andrés Reschini señala que parte del problema está en el exterior, donde “la semana cerró con datos de empleo en Estados Unidos que alejan las chances de un recorte de tasas en la reunión de la Reserva Federal del 18 de septiembre”. Según la consultora, ”fue la semana con menos saldo acumulado en compras del BCRA bajo esta administración. El viernes vendió USD 27 millones y es la segunda rueda con saldo vendedor en la primera semana de junio. No son ventas cuantiosas, pero sí más frecuentes. La variación de reservas brutas del lunes fue por incremento en el efectivo mínimo. Además, se parece mucho a la variación de la rueda anterior por el mismo concepto, pero con signo opuesto”.
Las reservas tras las ventas del Central y la caída del oro quedaron resentidas y perdieron USD 119 millones, a 29.297 millones. Una duda que plantea el informe es si se animarán a seguir recortando la tasa, “algo que luce demasiado arriesgado porque el contado con liquidación (CCL) terminó en máximos de la rueda acumulando 5,3% en la semana y 22% en las últimas 4 semanas”.
El informe de FMyA de Fernando Marull, indica que “la actividad de abril y mayo sugieren rebote, pero en junio la inflación va a rebotar por el nuevo ajuste de tarifas (+1.5 puntos) a niveles de 6/6,5%, luego de 5% en mayo”. La consultora también está preocupada por el rebote de los dólares financieros y los atribuye a “las menores liquidaciones del agro que generaron que el BCRA compre menos dólares y tensione el CCL. En el frente fiscal, el Gobierno recibió un revés en el Congreso con la aprobación de un ajuste jubilatorio que aumenta el gasto en 0.4% del PBI, que si no puede vetarla ya se anticipó con el ajuste de subsidios por 0.3% PBI”.
La caída de 15%, a USD 50, de los bonos soberanos en la semana fue atribuida por FMyA a la incertidumbre por los swap de China y la falta de avances de la Ley Bases, que evidencia debilidad política. “El mercado empieza a descontar una mayor expectativa de devaluación, por lo que vendió Lecap y compró dólar futuro” Por la venta de Lecap “subieron las tasas del Tesoro a 6 meses a niveles de 60%, cuando hace 10 días rendían 50 por ciento”. El escenario que asume es que el FMI confirme el desembolso de U$D 800 millones, haya roll-over (renovación) de los swaps con China y se avance con la Ley Bases en el Senado (habría votación el miércoles).
Lágrimas
Una cortante advertencia vino de Robin Brooks investigador principal de The Brooking Institution y exestratega jefe de divisas de Goldman Sachs. Dijo que el tipo de cambio real de la Argentina “está otra vez donde estaba antes de la devaluación del 23 de diciembre, es decir, nuevamente está sustancialmente sobrevaluado. Quizás haya un nuevo Gobierno, pero está cometiendo el mismo error que todos los gobiernos anteriores. Esto puede terminar en lágrimas”.
El informe semanal de Eseade trata sobre una segunda fase de la economía que, considera,“viene con algunas dudas e incertidumbres que deberían ir develándose con el avance de los días. Uno de los grandes interrogantes es en materia monetaria. ¿Se avanzará finalmente con una competencia de monedas? ¿O todavía es muy temprano? Por otro lado, la Fase I fue exitosa en evitar la hiperinflación, pero poseer inflaciones mensuales del 4-5% todavía es elevado. ¿Cuál será la estrategia para quebrar esos niveles hacia la baja?”.
El informe también tiene en cuenta dudas de más corto plazo. En julio vence deuda en dólares por USD 1.800 Millones. Además, no está claro que pasará con el Swap con China (USD 5.000 millones) ¿Habrá que pagarlo? Y en cuanto a los vencimientos en pesos, observa que el trimestre junio-agosto “es desafiante”.
De los próximos vencimientos en dólares afirma que el tema “no es menor, ya que se nos avecinan varios años con altos vencimientos en moneda dura entre bonos, FMI y Bopreal. Para poder afrontarlos, la Argentina necesitará fondearse en los mercados internacionales y esto no puede lograrse con los niveles actuales de Riesgo País. Para que la Argentina pueda volver a conseguir fondos en los mercados internacionales, el Riesgo País debería bajar por lo menos a los 800 puntos básicos. Esto sólo se conseguirá si se generan shocks de expectativas (que se apruebe la Ley Bases, salir del Cepo, etc.)”.
J.P.Morgan, preocupado
J.P. Morgan uno de los más grandes bancos de inversión señaló su preocupación por la nueva fórmula de jubilaciones que “incluye un aumento adicional del 7,2% en las pensiones para compensar la pérdida real, con un costo fiscal de alrededor del 0,35% del PBI este año. El presidente Milei anunció que vetará ese proyecto de ley una vez aprobado por el Senado. El eventual veto (que requiere 2⁄3 de los miembros presentes en cada Cámara) compensaría parcialmente los ingresos extraordinarios del Paquete Fiscal. Por lo tanto, mantenemos por ahora nuestro pronóstico para un año fiscal de saldo positivo primario este año, pero los riesgos al alza están condicionados a la Ley Ómnibus y a la aprobación del paquete fiscal”.
La consultora Equilibra observa que “a pesar de que solo una pequeña parte de la baja de tasas del BCRA se trasladó a los préstamos en pesos, el crédito privado creció 5% en términos reales. Ante las escasas alternativas de inversión en pesos, los depósitos a plazo también crecieron a pesar de ofrecer tasas por debajo de la inflación esperada y anotaron una suba mensual desestacionalizada de 1,4% en términos reales”.
Equilibra indica que “la pregunta del millón es si el actual esquema de tasas BCRA/Tesoro será lo suficientemente atractivo en términos de rentabilidad/riesgo para que los efectos e incentivos de la política monetaria se trasladen a las tasas bancarias. Es indispensable que las entidades financieras logren al menos retener sus depósitos (están mayormente detrás de los pases y LECAP) y puedan ofrecer tasas que seduzcan al sector privado para empujar el repunte del crédito. La respuesta del sector privado al esquema de tasas es clave no solo para favorecer la reactivación económica sino para propiciar la estabilidad cambiaria/financiera incentivando el carry trade (ya sea a través de LECAP o plazos fijos) por sobre la demanda de dólares”.
¿Faltan reservas?
El informe de Salvador Di Stéfano hace hincapié en que “claramente al país le faltan reservas. Necesitaríamos que en los próximos 3 meses estas reservas se ubiquen en torno de los U$D 35.000 millones. Para ello, es imposible seguir sosteniendo un tipo de cambio blend, en donde el 20% de lo exportado se liquida en el exterior y un 80% en el mercado interno. Esto también atentaría contra los precios de los productos que exportamos”.
Más adelante señala que “el hombre de campo se equivoca al no liquidar: los precios del trigo y maíz son más altos que en Chicago, la soja logró un buen precio. Sin embargo, los productores esperan una devaluación, baja de retenciones o suba de materias primas en los mercados mundiales, de las 3 posibilidades, parecería que ninguna se va a cumplir. Los que posterguen definiciones tendrán la cancha más cuesta arriba para la campaña 2024/25″.
Por último, opina que “el Gobierno necesita más gestión, y explicar el programa de gobierno, de lo contrario hay narrativas muy contradictorias que hacen que muchos actores empresariales, desensillen hasta que aclare, y de esta forma entorpecen el crecimiento económico de corto plazo”.
Sobre-reacción
EconViews es algo más optimista y describe el escenario como “una especie de sobre-reacción. En realidad, la situación no era tan buena cuando todo parecía color de rosa ni es tan mala ahora. Lógicamente el mercado tiene la tendencia a ir a los extremos. Pero si no se es muy pesimista con la cuestión política, no se debería ser tan pesimista con un país con deuda razonablemente moderada y superávit fiscal. Sobre este punto es claro que hay dudas sobre la sustentabilidad, pero no hay dudas sobre la convicción por mantenerlo. Lo mismo vale para el set de reformas estructurales. No todas saldrán rápido y no todas saldrán bien, pero la dirección de viaje en esta materia es buena. Esto no quiere decir que no veamos algunas inconsistencias en la macro. Por eso creemos que se terminó la motosierra y que empezó el tiempo del bisturí. Y claramente hay cirugías que salen mejor que otras. Pero lo que creemos es que, si la política se estabiliza y el Gobierno sigue acumulando credibilidad por el lado fiscal, tendrá capital para planchar las arrugas cuando aparezcan. La lista de los temas a resolver es grande: nivel de actividad, inflación, tipo de cambio, cepo, superávit fiscal, clima de inversiones, tasas de interés, acceso a los mercados”
La consultora señala que “las herramientas para lidiar con estos temas son pocas y a veces reparar un tema, complica otro. Pero habiendo pasado lo peor, creemos que hay espacio para que no salga todo perfecto sin que se rompa todo”.
Como se ve, los informes revelan dudas para una semana donde habrá que observar el índice de precios de mayo (es clave que sea menor a 5%) y la licitación de Letras del Tesoro que define el destino de las LECAP, que actuaron como protectores de los descalces que provocó la baja de la tasa de Política Monetaria.