Tras la euforia del lunes, los inversores frenaron sus apuestas por los bonos soberanos y las acciones
Tras la euforia, vino la desazón y los inversores, después de jugarse por los bonos soberanos y acciones, quitaron el pie del acelerador porque vieron que bajaron las posibilidades de que se apruebe en el Senado la Ley Bases por la rebeldía de último momento de dos senadores de Santa Cruz.
La noticia se conoció después del cierre de los mercados, pero no impidió que los inversores intuyeran que no soplaba el viento a favor. Y fue así como el AL30D y el Global 2030, perdieron entre 1,5% y 2% de su valor y bajaron a 53,5% de paridad después de haber tocado en la euforia el 55%.
El riesgo país se vio afectado y subió 37 unidades (+2,5%) a 1.525 puntos básicos. Según el trader Adrián Wibly, “ante la duda, los bonos soberanos devolvieron una parte de la fuerte suba del lunes”.
Los dólares financieros estuvieron equilibrados porque el campo sigue sin liquidar en el contado con liquidación (CCL) que bajó apenas $2 (-0,1%) a $1.305,74. El dólar MEP subió $1,20 (+0,1%) a $1.273,90.
El dólar libre, que juega en otra liga por el escaso monto de dólares que mueve diariamente, llegó a tocar $1.300 y poco antes del cierre recortó el alza a $1.295, un valor $15 más alto que el del día anterior.
Antes de conocerse el cambio de humor de los senadores santacruceños que pueden impedir el quórum, el ministro de Economía, Luis Caputo, prometió que si se aprobaba la Ley Bases reducirá de 17,5% a 7,5%% el Impuesto PAIS y no se devaluará. Para inyectar optimismo, aseguró que mañana negociarán con el FMI los desembolsos de USD 800 millones y un nuevo préstamo que incluya desembolsos extras. En julio hay que pagar USD 600 millones de capital.
Las noticias adversas que llegaron desde el Congreso fueron amortiguadas por la sensación que tiene el mercado de que China terminará aprobando la renovación de los swaps que vencen en este mes por USD 5.000 millones.
Donde no le fue bien al Banco Central fue en el Mercado Libre de Cambios (MLC). Se operaron USD 279 millones y tuvo que vender USD 31 millones que hicieron que las reservas pierdan USD 26 millones y cerraran en USD 29.210 millones. Fue la tercera rueda consecutiva de venta de divisas y, también, de caída de las reservas.
El informe de F2 de Andrés Reschini alerta de que “ésta fue la sexta rueda vendedora de las últimas 12, lo que inquieta cada vez más al mercado. Tampoco acompaña el escenario internacional ya que el euro se ha debilitado mientras el real brasileño no muestra señales de fortalecimiento y ni hablar de la fuerte devaluación sufrida por el peso mexicano desde la semana previa a las elecciones, aunque este tiene una menor ponderación en el ITCRM (Indice de Tipo de Cambio Multilateral). De seguir el debilitamiento de estas monedas, el peso podría sufrir una mayor apreciación y dificultaría más la acumulación de reservas”.
En el mercado de futuros del dólar, se revirtió la tendencia y terminó con ajustes positivos en la parte media y larga mientras que las tres primeras posiciones ajustaron con leves caídas.
Las LECAP, que van a ser las estrellas de la licitación del Tesoro de hoy, ajustaron sus rendimientos y tuvieron leves subas. También reaccionaron los bonos CER con alzas de alrededor de 0,6%.
La Bolsa corrió la misma suerte que los bonos soberanos y hubo toma de ganancias con un regular monto de negocios de $24,3 mil millones. El Merval de las acciones líderes perdió 2% en pesos y en dólares. Todos los papeles fueron afectados con caídas que no superaron 3%.
Los ADR -certificados de tenencia de acciones argentinas que cotizan en las Bolsas de Nueva York- tuvieron una rueda en rojo y los más perjudicados fueron los bancos con caídas de hasta 4,1%.
Para hoy se espera un día intenso donde se conocerá la inflación de Estados Unidos, un dato clave para que la Reserva Federal decida el futuro de las tasas de interés, además se sabrá el resultado de la licitación de las LECAP y la suerte de la Ley Bases. El humor del mercado no es el mejor. No creen en milagros, pero conociendo a los políticos argentinos que utilizan la presión para negociar, confían en que pueda haber una negociación de último momento que despeje los obstáculos para tratar la ley.