Sociedad

Prisión perpetua para el encargado de un edificio de Palermo que mató a un vecino jubilado:“Disfrutó de lo que hizo y no se arrepiente”

Saul Hilu
A Saúl Hilu le robaron en su casa y luego, lo asesinaron. El hombre fue hallado tendido boca abajo, con los pies atados y una cinta. Lo golpearon y lo asfixiaron

“Eligió que muriera lentamente, con el mayor sufrimiento posible para él y para su familia. Disfrutó de lo que hizo y no se arrepiente en absoluto de sus acciones”. Eso dijo la Fiscalía sobre Fernando Celestino durante los alegatos previos a que lo condenaran este jueves a prisión perpetua por el crimen de Saúl Hilu, el jubilado asesinado en diciembre de 2021 en su departamento del barrio porteño de Palermo.

Celestino era el encargado del edificio de Paunero al 2.700, donde vivía y fue asesinada la víctima de 78 años. Y para la acusación, “su único lamento es que lo hayamos descubierto”.

Por el homicidio de Hilu, también fue condenada con la pena máxima Liza Cáceres, una de las dos cómplices del encargado. Mientras que a Analía Benítez le dieron ocho años de prisión por el robo en la casa del jubilado. Los tres actuaron junto a otros dos hombres que todavía no fueron identificados.

Fue el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N°26, con los jueces Carlos Rengel Mirat, Julio Pablo Quiñones y Maximiliano Dialeva Balmaceda, el que condenó a los acusados por considerarlos responsables de los delitos de “robo agravado por la utilización de una llave verdadera substraída y homicidio criminis causa”, según informó Fiscales.gob.ar.

El lugar donde ocurrió el crimen de Saúl Hilu
El lugar donde ocurrió el crimen de Saúl Hilu, sobre calle Paunero al 2700 (Google Street View) (Google Street View/)

En simultáneo, Celestino también fue condenado por “hurto agravado por la utilización de una llave verdadera substraída” por otro episodio que ocurrió meses antes del crimen de Hilu en el mismo edificio, pero en el departamento de una vecina de 75 años.

La investigación del caso estuvo en manos de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°9, a cargo del fiscal Lucio Herrera. En tanto, en el juicio intervinieron la Fiscalía N°6 de Diana Goral y la auxiliar fiscal Marina Narváez.

El caso

El crimen ocurrió el 17 de diciembre de 2021. Saúl Hilu fue encontrado sin vida y su cuerpo se hallaba tendido boca abajo en el baño de su casa, con los pies atados y una cinta de embalar transparente. Además, lo habían asfixiado con una almohada.

Según la causa, el encargado les entregó a los dos sospechosos la llave electrónica para ingresar al edificio y, a su vez, la del departamento de la víctima, ya que la había conseguido después de realizar una serie de obras en su casa.

De acuerdo a las imágenes, que fueron captadas por cámaras de seguridad y que registraron la secuencia, como así también los desplazamientos de los acusados -para lo cual también se analizaron los movimientos de sus tarjetas SUBE-, todo se inició dos días antes del crimen.

Saúl Hilu
Saúl Hilu tenía 78 años cuando fue asesinado en su casa de Palermo en 2021

Según dio a conocer el MPF, el 15 de diciembre de 2021, el encargado, Cáceres y Benítez entraron al edificio minutos antes de la medianoche. Los otros dos hombres llegaron más tarde, precisamente a las 2.46, y se dirigieron a la casa de la víctima. Una vez en el lugar, golpearon fuertemente a Hilu y ataron sus pies con un cordón para impedir que se moviera.

Su macabro plan fue concretado en poco menos de una hora. Tras revolver el departamento del jubilado y sustraer elementos, salieron del lugar. Llevaban un celular y cuatro relojes.

Posteriormente, tomaron un colectivo hacia la Villa Zabaleta. Allí, los dos hombres se reunieron con Celestino, Cáceres y Benítez, quienes se habían retirado unos minutos más tarde del lugar del hecho. Para los jueces, los imputados evaluaron “el botín” y decidieron retornar al departamento para conseguir una caja fuerte.

Así, alrededor de las 5, Celestino y Cáceres volvieron a Palermo, e ingresaron nuevamente a la vivienda de Hilu: lo sofocaron con sus manos y una almohada. Y luego, antes de salir, los delincuentes tomaron el matafuego que estaba en el primer piso y lo accionaron dentro de la casa “con el único objetivo de impedir dejar rastros en la escena del crimen”.

“Con sus agresiones, Celestino y Cáceres pretendieron dar muerte al damnificado para consumar la sustracción de la caja fuerte que removieron del sitio en el que estaba empotrada y, para procurar su impunidad dado que el conocimiento precedente que el damnificado poseía de Celestino, le hubiera permitido identificarlo”, señaló el juez Rengel.

“Tanto su muerte como su prolongada agonía fueron absolutamente innecesarias para consumar la sustracción. Hilu era de avanzada edad, no escuchaba casi nada y estaba solo, fue sorprendido mientras dormía por dos adultos fornidos, no tenía escapatoria”, señaló el MPF durante su alegato.

Y remarcó: “No menos relevante, sopeso con negatividad, el aprovechamiento de la edad avanzada y ancianidad del señor Hilu, en términos de lo que constituye un grupo vulnerable a la luz de los compromisos legales”.

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