McLaren y Mercedes fueron acusados por Red Bull y Ferrari por supuesta trampa: la investigación que tuvo en vilo a la Fórmula 1
Las mejoras en el rendimiento de los autos de McLaren y Mercedes en las últimas fechas generaron sospechas de sus competidores, en especial Red Bull y Ferrari, que le pidieron a la Federación Internacional del Automóvil (FIA) que investigue la legalidad de sus nuevos diseños y en especial sus alerones delanteros. Este martes la entidad rectora llegó a una conclusión en medio de la polémica.
La acusación radica en los supuestos alerones móviles delanteros de las mencionadas escuderías, lo que permitiría una mejor penetración del aire, por ende menor resistencia al avance y más velocidad. El que más despertó las suspicacias fue McLaren, quien pegó un salto de calidad en las últimas competencias y en Países Bajos, Lando Norris venció por más de 22 segundos a Max Verstappen, aún líder del campeonato con su Red Bull.
En la última fecha disputada en Italia este fin de semana, los equipos de Red Bull y Ferrari manifestaron sus dudas sobre la flexibilidad de los alerones delanteros de McLaren y Mercedes. El asesor de la escudería austriaca, Helmut Marko, afirmó lo siguiente en la emisora austriaca ORF: “Hay que analizar el alerón delantero de McLaren y Mercedes”. Por su parte, el jefe del equipo, Christian Horner, enfatizó la necesidad de revisar la redacción del reglamento para asegurar que no se excedan los límites de elasticidad aerodinámica.
La presente normativa técnica de la FIA se basa en pruebas realizadas en los garajes, las cuales no contemplan restricciones cuando los monoplazas están en pista. Esto ha generado un punto de conflicto, ya que las diferencias de comportamiento en pista pueden no quedarse reflejadas en las verificaciones técnicas, algo que ya pasó a comienzos de la temporada 1981 con la suspensión hidroneumática del Brabham BT 49, que permitía que el auto baje su altura en pista, pero cuando estuvo bajo la lupa de los inspectores técnicos cumplía con su despeje del suelo. Esto generó el reclamo de Cora Reutemann sobre el campeonato que perdió su padre ese año.
El jefe técnico de la FIA, Nikolas Tombazis, fue señalado por Horner cuando indicó que, si se confirma la legalidad de dichos diseños, en Red Bull no descartan adoptar fórmulas similares. En tanto que el jefe de Ferrari, Fred Vasseur, también mostró su descontento en cuanto a los nuevos desarrollos de los competidores, aunque apostó por debatir de manera interna dentro de la organización: “Tenemos que respetar la decisión de la FIA. Tenemos que tratarlo internamente”.
El reglamento de la FIA establece que están prohibidos “los diseños cuyas características estructurales se vean alteradas por parámetros secundarios”, lo que implica que la elasticidad no debe resultar en una deflexión diferente en pista si la misma no se observa durante las comprobaciones estáticas. El creciente éxito de Lando Norris de McLaren ha comenzado a cerrar la ventaja de puntos del líder del Mundial, Max Verstappen, lo cual ha aumentado la presión y los intercambios de declaraciones entre los equipos.
La FIA emitió un comunicado en el que confirmó que “todos los alerones delanteros cumplen actualmente con la normativa 2024″ tras “numerosas comprobaciones”. Desde el Gran Premio de Bélgica, la organización ha recogido datos adicionales mediante cámaras de video que capturan áreas no visibles a través de las cámaras oficiales de la FOM para evaluar los comportamientos dinámicos de los alerones.
En cuanto a la respuesta de la FIA a las quejas de Red Bull y Ferrari, el organismo aseguró que, pese a las imágenes que muestran una construcción flexible, ese movimiento está dentro de las normas y no es ilegal. A corto plazo no hay planes para adoptar nuevas medidas, aunque la FIA se ha reservado el derecho a introducir controles adicionales si se sospecha la existencia de irregularidades.
La competición sigue intensificándose a medida que se aproxima el Gran Premio de Singapur, programado del 20 al 22 de septiembre, donde la FIA continuará con sus exhaustivas verificaciones para garantizar que todos los monoplazas cumplan con las normativas establecidas en diferentes tipos de pistas.