A 5 años de la muerte de Camilo Sesto: el hombre al que el éxito y la fortuna no le alcanzaron para salvar a su hijo
Las mujeres lo amaban. Y lo siguieron amando hasta el día de su muerte, ocurrida el 8 de septiembre de 2019, cuando estaba a punto de cumplir los 73 años. Para entonces, Camilo Sesto estaba muy distinto, sí. Y ya en los últimos shows, se lo había visto con poca fuerza y sin el ángel que solía trasmitir en cada una de sus presentaciones. Pero sus ojos azules de mirada penetrante seguían siendo los mismos. Tan bellos como misteriosos. Y absolutamente magnéticos para sus fans.
“Esta es la historia de un muñequito rubio con nariz de zapatilla que quería ser Joselito, de un muchacho que era el alma de su barrio y el garbanzo negro de su profesor de matemáticas, el solista del coro y portero de su equipo de fútbol, esforzado pintor, el soldado que cantaba a voz en grito los himnos patrióticos ante sus compañeros de batallón, el que se encierra durante días para ir tarareando ante un grabador las notas, una a una, que tiene que tocar cada instrumento en la nueva canción, el que con frecuencia prefiere mordisquear un trozo de hielo para refrescarse a beberse una botella de champán, el hombre que ha ocupado una veintena de domicilios en Madrid, de la calle Humilladero a López de Hoyos, de la Corredera Baja a la Costa Fleming, con patronas como la viuda de un coronel que le contaba sus aventuras y terminó enamorándose de él, hasta que el hombre hubo de huir… La historia de un compositor de canciones con las que cada día se identifican millones de personas, el que bailó como gogó y actuó en chiringuitos infames y también en los hoteles más lujosos de México y en las mejores salas de Los Ángeles o de Tokio…”, había escrito el cantautor en su autobiografía a modo de descripción.
Hijo de un matrimonio formado por Eliseo Blanes Mora, un electricista y Joaquina Cortés Garrigós, una ama de casa, Camilo Blanes Cortés nació el 16 de septiembre de 1946 en Alcoy, Alicante, España. Tuvo una infancia humilde en la que mezcló su pasión por la pintura con el talento por el canto, del que hizo gala en el coro del colegio al que asistía. Hasta que, siendo todavía un adolescente, empezó a dedicarse profesionalmente a la música como líder del grupo pop Los Dayson, con el que recreaba temas de The Beatles y The Bee Gees, entre otros, en fiestas privadas. Fue con ellos que, en 1965 y después de grabar su primer disco, viajó a Madrid para participar del concurso de televisión Salto a la fama donde interpretó Flamenco de Los Brincos.
Para entonces, Camilo ya había empezado a escribir sus propios temas y era evidente que las muchachas, que lo retenían después de cada show para pedirle autógrafos, querían verlo a él y no al resto del grupo. Por eso, cuando después de probar suerte en la capital los otros integrantes de la banda decidieron regresar a su ciudad natal, él eligió quedarse en Madrid dispuesto a cumplir su sueño. Al principio tuvo que rebuscárselas haciendo coros y tocando para otros músicos para poder sobrevivir. Pero no tardó en en tener una nueva oportunidad con una banda.
En 1966, el artista se sumó al grupo Los Botines, que a partir de ese momento comenzó a llamarse Camilo y Los Botines. Junto a ellos participó del rodaje de la versión cinematográfica de El Flautista de Hamelín, protagonizada por Miguel Ríos. Y logró estar entre los principales intérpretes de Los Chicos del Preu, film de Pedro Lazaga que figura entre los cien más vistos en la historia del cine español.
Fue recién en 1970 y después de haber cumplido el servicio militar en Almería, que decidió comenzar su carrera solista como Camilo Sexto. Lo hizo impulsado por el cantante y productor Juan Pardo con el que saca su primer álbum, con temas como Llegará el verano y Sin Dirección. Pero al año siguiente decidió continuar solo y cambia la “x” de su apellido artístico por una “s”. Finalmente, su tema Algo de mí, perteneciente al disco homónimo, llegó al primer puesto de los ranking. Y él logró consagrarse, definitivamente, como uno de los cantautores melódicos más importantes a nivel mundial.
En 1975, Andrew Lloyd-Webber lo eligió para protagonizar la versión española de la ópera rock Jesucristo Superstar, papel para el que debió dejarse crecer la barba. Y su éxito fue tal que, al terminar la obra, una marca de rasuradoras le ofreció 50 mil dólares por afeitarse en un aviso publicitario. Algo que él aceptó, solo que decidió donar el dinero del contrato a un hogar de niños huérfanos.
A la vista de su público, Camilo se mantenía soltero y sin pareja. Y esto dio lugar a todo tipo de especulaciones con respecto a su orientación sexual. Sin embargo, con el tiempo se supo que mantuvo un vínculo durante diez años con su corista, Andrea Bronston, quien hasta habría perdido un embarazo del artista al caerse de una escalera. Ella, según reconoció tiempo después, era consciente de las infidelidades de Sesto y se conformaba solo con que él regresara a la casa. Hasta que un día se desayunó con que había tenido un hijo, Camilín, que había llegado al mundo el 24 de noviembre de 1983, con una mexicana llamada Lourdes Ornelas. ¡Y que quería que todos convivieran en la misma casa!
Obviamente, la relación con Bronston se terminó. Y Camilo, que deseaba profundamente ser padre, presentó a su pequeño a los medios. “Hace 14 años ella era fan mía. De fan pasó a ser amiga. De amiga, a íntima amiga. De íntima amiga, a eterna amiga. Y ahora es una persona indispensable en mi vida. Ya tengo a mi hijo y no quiero ocultarlo ni un segundo, no quiero ocultar lo que es mi felicidad”, dijo. Y remarcó que el bebé había sido fruto “del amor”, pero que no tenía ninguna intención de casarse con Lourdes. Los tres vivieron en la mansión de Torrelodones que había adquirido Sesto. Pero, como era de esperar, la pareja no funcionó. Entonces Lourdes volvió a México con el niño y el artista le exigió legalmente la custodia total del hijo.
La fama y el éxito lo acompañaron gracias a temas inolvidables como Vivir así es morir de amor, Melina o Jamás, por mencionar solo algunos. Vendió más de 100 millones de discos y estuvo 52 veces primero en la listas de ventas. Grabó más de 30 discos entre álbumes originales y recopilatorios, registró más de 500 canciones a su nombre, cantó en español, alemán, italiano, portugués y valenciano y compuso temas para Miguel Bosé, Ángela Carrasco, José José, Lucía Méndez y Manolo Otero, entre otros renombrados intérpretes. Pero nunca pudo encontrar la paz en su hogar, ya que su hijo pasó de ser un chico tímido e introvertido que aparecía en un segundo plano en sus entrevistas, a ser un adolescente rebelde que decidió dejar a su padre para irse a vivir con su mamá.
La tristeza terminó embargando a Camilo, sobre todo, cuando se enteró de que hijo había comenzado a transitar problemas psicológicos y había caído en las adicciones. De hecho, en la actualidad el muchacho tiene 40 años, se autopercibe como mujer, cambió su nombre por el de Sheila Devil y vive en la casa de 450 metros cuadrados que fuera de su padre, donde su madre denuncia que recibe la visita de malas influencias que solo quieren sacarle provecho y quedarse con la fortuna que heredó de Camilo Sesto.
Lo cierto es que, solo como estaba, el cantautor buscó refugio en su trabajo. Y en el alcohol, lo que en el año 2000 lo obligó a tener que someterse a un trasplante de hígado. A partir de este momento comenzó con problemas renales. Y, en 2013, también sufrió un accidente doméstico, cuando una biblioteca cayó sobre su tobillo por lo que debió ser intervenido quirúrgicamente y quedó con una movilidad reducida. De todas formas, el siguió con lo suyo. A fines del 2016 y coincidiendo con su cumpleaños número 70, lanzó el álbum Camino Sesto 70, con una recopilación de temas de su carrera y algunos inéditos. Y, en 2018, realizó su último show en el Florida Park de Madrid, donde presentó su disco Camilo Sinfónico.
Finalmente, a comienzos del 2019 Sesto debió ser internado por una falla renal. Hacía tiempo que venía sufriendo fuertes dolores y cólicos. Y el desenlace se produjo meses más tarde. Sus restos, que hoy descansan en un nicho compartido con los de sus padres, en unos días (posiblemente para la fecha de su natalicio) serán trasladados a un mausoleo construido especialmente en el cementerio municipal Sant Antoni Abat de Alcoy, donde sus seguidores podrán ir a homenajearlo.