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Cerúndolo y Etcheverry, los amigos-rivales que sueñan con conquistar la Copa Davis

Guillermo Coria habla de la superficie y la llegada a Manchester
Tomas Etcheverry y Francisco Cerundolo entrenando juntos en Manchester (Foto: Omar Rasjido / Prensa AAT)

Tomás Etcheverry y Francisco Cerúndolo comparten mate, y el mate es solo una parte de la vida que transitan desde hace años para llegar a lo que son hoy: dos de los mejores 35 tenistas del mundo. El primero nació en La Plata y el segundo, en la Ciudad de Buenos Aires. Desde juveniles ambos proyectaban una carrera top y la cercanía geográfica los llevó a recorrer juntos el país, primero, y el mundo, ahora.

El pasaje a cuartos de final de la Copa Davis obtenido la semana pasada por la Selección Argentina de Tenis YPF en Manchester se sacó, en gran parte, con las millas que acumularon ellos. Fran disputó las tres series del Grupo D y obtuvo dos triunfos claves ante Gran Bretaña y Finlandia, mientras que Tommy ganó los dos partidos que protagonizó ante los mismos rivales. Entre los dos, acumularon cuatro de los seis puntos que cosechó el equipo conducido por Guillermo Coria para acceder a las últimas instancias de la competición que se llevará a cabo en Málaga, entre el 19 y el 24 de noviembre.

La habitación 426 del hotel Lowry, el lunes previo al inicio de la competición en Manchester, fue el set de grabación dispuesto por el equipo de Comunicación de la Asociación Argentina de Tenis (AAT) para que dos de las tres principales raquetas de la actualidad nacional -junto a Sebastián Báez quien también formó parte de la delegación- se brindaran a una charla a pura cebada.

Si bien no son los dos más materos del grupo, cuando de repasar anécdotas se trata, los verdes son una compañía inevitable. Machi González prestó su equipo para el rodaje de una nueva edición del ciclo Toman Mate que la AAT produce con protagonistas del deporte y que esta vez se realizó minutos antes del cóctel de bienvenida que le dio inicio a la semana de Copa Davis.

Fran arrancó la ronda y Tommy contó, con mucha altura, cómo en el primer torneo en el que se enfrentaron, en Cariló, su actual amigo casi lo “retira” del tenis. “Yo normalmente jugaba el circuito platense y nunca había salido de La Plata, y mi familia por primera vez me llevó a algo más nacional, creo que era un G3. En semis jugué con él por primera vez, creo que tuve match point, me lo levantó y me ganó. Volví a mi casa llorando las tres horas en auto de Cariló a La Plata. Mi familia quería que dejara el tenis por el sufrimiento que me había provocado esa derrota”, recordó el jugador que ocupa el puesto 34 del ranking ATP, mientras saboreaba uno de los amargos.

“Ahí nos conocimos y después nos convertimos en mejores amigos. Sé que es alguien con quien puedo contar, hicimos muchos pasos juntos, él me aconseja, jugamos dobles, estamos el uno para el otro y tenemos mil anécdotas”, contó Tommy que se rio a la hora de recordar las aventuras tenísticas vividas a la par en Punta del Este, Italia, Turquía o la parte del mundo que sea.

Después de repasar sus periplos post pandémicos, la incertidumbre que los invadió en distintos momentos de su carrera y los cambios de hábito para mantenerse en la elite, los dos pibes que se formaron como jugadores y personas en simultáneo, tuvieron la capacidad de reconocer cuál es la virtud del otro que les gustaría tener.

La derecha de Francisco Cerúndolo que Tomás Etcheverry le envidia. Foto: Reuters/Ed Sykes
La derecha de Francisco Cerúndolo que Tomás Etcheverry le envidia. Foto: Reuters/Ed Sykes (Ed Sykes/)

“La derecha de Fran es picantísima. Sí, se la robaría”, contó Tommy, mientras que un segurísimo Cerúndolo deslizaba que quería “siete centímetros más de altura y el saque” de su compañero.

También se refirieron a la dicotomía que enfrentan permanentemente: ser rivales y amigos. “En ese caso perdí -por su último cruce en el US Open- y me fui enojado, no por él sino porque uno quiere avanzar en el torneo. Después no me lo crucé y ahora estamos acá. Siempre hay un poco de bronca después de perder, pero al partido siguiente quiero que gane. No hay resentimiento”, reconoció Fran.

Tomás Etcheverry superó el 28 de agosto a su compatriota Francisco Cerúndolo en el duelo argentino de la segunda ronda del Abierto de Estados Unidos. EFE/EPA/SARAH YENESEL
Tomás Etcheverry superó el 28 de agosto a su compatriota Francisco Cerúndolo en el duelo argentino de la segunda ronda del Abierto de Estados Unidos. EFE/EPA/SARAH YENESEL
(SARAH YENESEL/)

Ahora, ya consolidados en la primera plana del tenis global, comparten un sueño -entre tantos- que se plantearon desde el inicio de su camino juntos. “Queremos ganar la Davis”, dijo vehemente el platense y su compañero de equipo, y número 31 del mundo, apoyó su teoría: “Tenemos un equipo para eso, doblistas muy buenos y tres singlistas parejísimos, que hace años juegan con los mejores. Lo queremos hacer bien por nosotros y por el país”.

Si se dará o no, es cuestión de tiempo. Trabajo, esfuerzo y compañerismo, los ingredientes de la receta que los trajo hasta acá, no van a faltar. Las millas para llegar a Málaga ya las acumularon.

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